Capitulo 18 | Perdidos

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Los días pasaron mas rápidos de lo que me hubiesen gustado, ya era el ultimo día que íbamos a estar en Bariloche lo que me ponía triste pero había que disfrutarlo al máximo mientras podíamos. Mañana el avión se iba como por las seis de la mañana osea que de nuevo iba a volver a dormir en el avión. 

Con Matías no volvimos a hablar del tema, era verdad que el ambiente había cambiado bastante, era mas "coqueto" si se podía decir, tiraba comentarios que antes no hacia o al menos no tan frecuente, no volvimos a tener una escena parecida a la anterior pero si tonteábamos bastante.

Sali de la cama intentando no levantar a nadie y fui hacia el living, Lorenzo ya se encontraba ahi.

- Buenos días ¿Dormilona? Ya no te puedo decir así - Sonrei.

- Andaba media ansiosa porque ya mañana nos volvemos - Dije triste.

- Puede pasar, pero tranquila, hoy lo vamos a disfrutar - Asentí.

Agarre un poco de agua y me senté en el sillón como era costumbre. Matías apareció minutos después, tenia el pelo desordenado, parecía tan dormido todavía que me genero una pequeña risa que aun con los ojos medio cerrados la noto.

- ¿De que te reis? - Pregunto acercándose hacia mi.

- Te ves muy lin. - Hice una pausa - Gracioso. 

- Quien lo dice lo es - Sonrió.

- Eso fue muy infantil.

- Vos sos infantil.

Se acerco al sillón y se tumbo en el para después acostarse de nuevo en mis piernas.

- ¡Matías, ya te tenes que despertar! ¡No podes dormir todo el día! - Lo regañe.

- Cinco minutos más.

Sonrei, se veía muy tierno.

- También te ves tierno - Hable en voz baja.

- No soy tierno - Respondió de la misma manera.

Hizo un movimiento con su mano para agarrarme lo que esquive, se veía como un bebe moviéndose así por lo dormido que estaba, comencé a reírme entonces me agarro y ahora yo era la que estaba debajo de el.

- ¿Y ahora?

Mi corazón empezó a latir a toda velocidad, mierda, se veía demasiado sexy así.

- Seguís siéndolo - Mentí y se acerco a mi oído para susurrarme.

- Ya vas a ver como puedo dejar de ser tierno en dos segundos y vas a rogar que vuelva a estar como estaba, o tal vez me rogarías otras cosas.

Lamí mis labios y el los miro hasta que la tos de alguien nos interrumpió haciendo que nos separáramos rápidamente.

- ¿Algo que me haya perdido? - Pregunto Lorenzo con una sonrisa picara.

- No - Negue.

- ¿Mati?

- Tampoco.

- Bien - Volvió a la cocina.

Vino Lautaro a la sala. 

- Hola chicos - Lo saludamos - ¿Van a querer algo para desayunar?

- ¡Yo quiero chocolatada con medialunas! - Respondí.

- Muy de nena chiquita - Le saque la lengua.

- ¿Vos que queres?

- Lo mismo - Le hice una mueca.

- ¿Quien es la nena chiquita ahora?

- Vos.

Se levantó rápido antes de que yo lo golpeara pero llegue a agarrar sus pantalones, pero como el siguió tirando se los termine bajando sin querer dejando a exposición sus boxers de cars, intente ocultar mi carcajada pero fue imposible.

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