Can you see it?

Capítulo 25 | Día perfecto

Desperté sudada y nerviosa, mi cuerpo estaba casi paralizado al estar enredado entre las sabanas. Al parecer la conversación de ayer con mi mamá hizo que mi hermosa imaginación soñara cosas subidas de tono con Matías, mi primer sueño erótico.

Tome mi celular para ver la hora, ya eran las once casi doce pero no tenia ningún mensaje.

Comencé a escuchar sonidos en la cocina, era como un deja vu, ¿Matías había vuelto a venir? Me levante ansiosa, me cambie y me dirigí hacia allí. Tenia miedo de verlo a la cara luego de lo que había soñado pero tampoco era una niña, solo iba a verlo y fingir qué no había sucedido.

Llegue a la cocina pero algo me sorprendió, no era Matías sino un señor que no conocía. Estaban sentados en el sillón bastante juntos.

- Hola - Saludé confundida.

- ¡Lili! - Se exalto al verme.

- Buenos días - Saludo el señor.

- Lili te presento a Miguel, es un amigo del trabajo.

Claro...

- Un gusto.

- Igualmente - Sonreí y me fui a servir un poco de agua.

- Vino para ver como me encontraba por todo lo que sucedió.

- Seguro les preocupa mucho en la oficina qué hayas estado ausente, tanto que vienen a verte - Hable con sarcasmo.

- Lili... se va a quedar a comer algo y luego se va, teníamos que - Hizo una pausa - hablar sobre algo del trabajo.

Era claro que no era solo por eso pero era la vida de mi mamá, supongo que no iba a decir nada teniéndolo a su lado.

- ¿Cuándo volvés al trabajo? - Pregunte ignorando su mentira.

- Mañana, este es mi último día de descanso a pesar de que los domingos no trabajo.

Asentí y ayude a poner la mesa, había hecho lasaña, ¿Cuándo hacia ella lasaña? El almuerzo fue extraño, no hablamos mucho pero podía notar las miradas que se dirigían.

Cuando terminamos de comer como había dijo se fue, había sido medio incomodo ya que nunca había traído a un hombre para comer, era algo nuevo pero si mi mamá era feliz yo podía serlo, solo esperaba que fuese un buen hombre esta vez.

- Ma.

- ¿Si hermosa?

Iba a interrogarla ahora que se había ido, era mi mamá, también me importaba su vida.

- ¿Quién era?

- Un compañero de trabajo, ya lo dije.

- Mama yo también conviví con vos toda mi vida, se cuando mientes.

- Nos estamos conociendo aún - Admitió - Puede ser que me llame un poco la atención pero vamos de a poco.

- ¿Cómo es?

- No tiene hijos, tiene solo dos años más que yo, al parecer es alguien muy amable, le gusta viajar, esta dispuesto a hacer cosas nuevas, tiene todavía varias metas por cumplir, le gustan mucho los animales - Veía sus ojos mientras hablaba de el y enserio que se le iluminaban, eso me ponía muy feliz.

Seguimos hablando un poco más sobre aquel hombre hasta que me pidió mi opinión.

- ¿Es muy pronto? - Negué.

- Es muy lindo verte así por alguien más luego de sufrir mucho por otro hombre, si realmente te hace feliz yo voy a apoyar lo que te guste - Sonrió.

- Pero vos sos mi único amor, eso siempre - Me abrazó.