Capítulo 1 | Tonos del cielo

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Me quedaban dos días para terminar la escuela, solo dos días y luego se terminaría todo, comenzaría una nueva etapa, tendría que empezar a ir a la universidad, trabajar, mudarme, ahg qué difícil que es crecer, seguro extrañaría estar en una zona de Confort en la que nunca crees que te iras, pero ves la realidad y te das cuenta que no todo es tan fácil, esos problemas vienen al crecer... Al menos podría disfrutar mis ultimas vacaciones de secundaria.

Me puse mis zapatillas favoritas de color negro, una remera de color lila pastel, y un pantalón, que según un amigo era marrón, siempre pienso "Debe ser aburrido ver el mundo de color marrón" ya que según explicaciones siento que es un color muy apagado, pero bueno, no se puede hacer nada en contra de ello.

Salí de mi casa despidiéndome de mi madre y me fui al colegio como de costumbre tomándome el autobús, cuando por fin llego me siento al lado de la ventana, me percate que podía observar el hermoso cielo lila, era tan lindo y pocas veces sucedían estas cosas. Llegué a la escuela poco tiempo después y cuando vi a mis amigos les conté sobre el hermoso cielo que había, ellos intentaron imaginárselo pero claramente eso era imposible.

El profesor llegó bastante rápido de lo habitual, seguramente sería porque faltaban simplemente dos días para terminar la escuela, la felicidad se podía notar en su rostro ya que hasta nos dejo tiempo libre, solo que yo no estaría tan feliz porque hay personas las cuales se llevaron su materia.

Solo faltaban 20 minutos de clase para que acabara cuando tocaron la puerta, el profesor dio una afirmación para que pasara y al hacerlo mi respiración dejo de ser presente por un instante, mis latidos eran mas notorios de lo rápido que empezaron a ir y mi mirada no se alejaba, era Matías, el chico el cual se había ido hace dos años, y del cual estaba enamorada.

- ¿¡Que!? - Seguramente había gritado tan fuerte que hasta regañarme podían pero al parecer nadie lo hizo.

¿Qué hacía el acá? No logro entenderlo, se fue hace dos años, ¿Por qué volvería faltando simplemente 2 días para que terminen las clases?. Muchas preguntas rondaban por mi cabeza en ese instante, pero cuando abrió esa puerta y lo vi mi corazón volvió a latir como cuando me entere que sentía algo por el. No lo podía creer. Sabia que el nunca me había dejado de gustar ya que se llevaba todos mis pensamientos en cada momento pero por suerte últimamente ya no lo andaba pensando tanto, al menos eso creía hasta ahora.

Mi corazón latía muy rápido, realmente tenia muchos sentimientos encontrados, toda emoción que sentí el día que se fue se derrumbo por completo en un solo instante.

Cuando él estaba en esta escuela, salía con una chica llamada Ariana, era linda, rica, popular, ya saben la típica chica perfecta en escuelas secundarias, pero estoy muy segura de que ella realmente no era su alma gemela ya que al poco tiempo de que él se fuera empezó a salir con otra persona la cual supuestamente veía los mismos colores que ella y desde ahí nunca se separaron.

El profesor emocionado lo presentó a la clase, en especial a los nuevos. Matías comenzó hablando de que había venido de visita al colegio ya que en su escuela las clases habían terminado, hablo de que como extrañaba la escuela y a sus ex compañeros vino a saludar así como a observar las ultimas clases. El profesor le dijo que se podía sentar a dos bancos atrás del mío ya que era el único lugar desocupado, y eso hizo, cuando estaba pasando por al lado de mi banco soltó un comentario que no me dejaría concentrarme mas "Que linda es tu remera", cuando su voz cobro sentido en mi cabeza mis latidos ya no eran controlables, creí que era imposible que eso pasara. No me atreví a girarme, a responderle, ni prestar atención en clase podía.

Pasaron los minutos que había sentido eternos y por fin toco la campana para el recreo. Cuando toco el timbre todos salieron rápido y solo el y yo nos quedamos en el aula, lo que era costumbre en su momento. Cuando realmente me di cuenta de que todos se fueron me acerqué a su banco nerviosa y empezamos a hablar.

Antes de que salga con Ariana no había sido un problema para nosotros hablar de cualquier cosa ya que nos considerábamos como mejores amigos pero al poco tiempo de su relación, la nuestra cambio.

- Hola Mati - Salude nerviosa.

- Hola - sonrió.

- suspire - La verdad me alegra que hayas vuelto aunque sea por dos días, había mucha gente que te extrañaba - Aseguro con nervios.

- ¿Ah si? Entonces me alegro de haber vuelto - Se veía tan feliz.

- Tengo una pregunta - el asintió - Cuando pasaste cerca de mi banco me dijiste "que linda remera" y me quedé pensando, ¿De qué color ves a mi remera? - Pregunte nerviosa, su respuesta me ponía inquieta.

- La veo de color lila como un pastel bien claro ¿Por que? Vos... - Lo interrumpí antes de que pudiera mencionar alguna otra palabra.

- Ah no es que, sí, p-porque no, osea s-solo quería saber de qué color era, porque obviamente que la veo gris, ehh, ¡chau! - Sali corriendo directo al baño, el corazón me latía muy fuerte, apenas llegue y me encerré en el mientras me ponía a pensar en lo que había sucedido instantes antes, el era mi alma gemela.

Me quedé encerrada durante todo el recreo ya que me daba mucha vergüenza salir y encontrármelo, ¿Cómo le iba a explicar lo que acababa de pasar? pero la campana me hizo regresar a la realidad, una donde se tienen que enfrentar las cosas, había llegado el momento de salir, volví a clase inquieta, pensando en qué no lo tenía que ver todos los días, solamente eran dos, y por las horas que estamos en el colegio simplemente sería como un día, ¡si, solamente un día!, el día más largo de toda mi vida.

Salí con mucho cuidado por si es que me lo encontraba, y de ser así estaba lista para salir corriendo de nuevo, pero luego pensé ¿Y si es que realmente no le importo que haya salido corriendo y no sospecha nada? Logre calmarme con esos pensamientos, seguramente eran lo mas cercano a la verdad. Llegué al aula y me senté en mi silla, sin querer me di vuelta buscando la mirada de Matías, lo que mas me extraño es que el también me miraba fijamente, al darme cuenta aparte la mirada y un ligero fuego se sintió en mis mejillas. Desde este momento hasta que terminaron las clases trate de no volver a cruzar la mirada con él, no hablarle, nada, a pesar de la tentación, solamente a mis amigos, y como uno de mis amigos se sentaba detrás mío no voltee a verlo ni una sola vez, simplemente le respondía mirando al frente ¿Qué habrá pensado de mí?

Terminaron las clases por fin y una bocanada de aire salio de mis pulmones, me quería ir ya de ahí. Me despedí de mis amigos lo mas rápido que pude y salí de la escuela, si el día de hoy había sido tan pesado no quería imaginarme como iba a ser el día de mañana. Subí mi vista exhausta y una sonrisa se poso en mi boca.

- El cielo sigue hermoso - Solté en voz alta pero lo que no me espere es que un "Sí" sonara por detrás mio, al escuchar esa voz me empezó a latir el corazón de nuevo, me di vuelta y era Matías, había olvidado por completo que él tomaba el mismo camino que yo para ir a su casa cuando vivía acá, ¿Cómo pude olvidarme de algo tan importante?

- ¿No vas a decir nada? - Pregunto acercándose a mí.

- Y-yo...

Can you see it?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora