castigo.

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Mi buen amor.

Me muero por probar esos labios tan dulces tuyos, tan dulces pero amargos una vez que mordes esa fruta prohibida.

Esa fruta que tanto quiero saborear. Conocer y memorizas la escencia. Memorizar el recorrido.

Fruta venenosa, me mata lentamente y me llena de necesidad. Una necesidad incontrolable de comerla una vez más.

Una vez más, mi amor.

Me quemas con tu piel. Tengo que quererte desde la distancia para no lastimarme.

A la distancia se te puede querer de una manera sana, pero yo no quiero eso.

Lastimame, haceme sentir mal, échame la culpa en las discusiones que yo voya aceptar todo.

Al fin y al cabo, con vos, mi cuerpo se siente vivo, pero tu poder me consume. Me consume hasta el agotamiento, me consume hasta la fatalidad, me consume hasta el borde de mi muerte.

Hasta la última gota de mí.

Pensamientos transparentes de una mente complicada - poemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora