muerta en vida: la aceptación.

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Finalmente, la muerta en vida, en realidad, sigue estando muerta.

Ella conoció a nuevas muertas, ya no era lo mismo.
Pero quiero contarles algo, tomenlo o déjenlo. Es una moraleja.

Una vez que la persona se encuentre muerta, no la ayuden a vivir. Hay que volver a enterrarlos e intentar que no puedan salir por cuenta propia.
Una vez muerta, muerta se va a quedar.
No pueden revivir a los muertos. No intenten ayudar a los muertos, déjenlos. Y, sobre todo, no los busquen. No les den una mano, no les den ideas para volver a la tierra.

Yo la ayudé a revivir y créanme esto, me arrepentí muchísimo. Aquella muerta que la consideraba diferente era la misma, y por las mismas razones estaba en un cajón.

Pensamientos transparentes de una mente complicada - poemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora