Cap 13: La niña perdida

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Pov Narrador.

Podemos observar a Sly sentado tranquilamente en la sala de entrenamiento de su dojo, en sus manos descansaba el aguijón de Izuku, aquella arma que trajo consigo desde el abismo y que ahora mismo estaba recibiendo mantenimiento por parte del adulto, quien observaba hasta la parte mas pequeña del arma para asegurarse de que no hubiese algún problema que no hubiese notada.

La acción que estaba realizando se había vuelto una costumbre que realizaba cada mes debido a que le había prohibido el uso de su aguijón a Izuku hasta que lo viese lo suficientemente preparado como para enfrontar los peligros del mundo, no es que desconfiase de las habilidades del más joven, pero sabía que el mundo había cambiado mucho desde que este ultimo fue encerrado junto con sus hermanos, por lo que, a su parecer, era mejor prevenir que lamentar.

El ambiente a su alrededor era tranquilo pues la sala estaba siendo iluminada por la luz que entraba desde el exterior a través de las ventanas a la par que el canto de las aves del bosque resonaba por toda la estancia. Este ambiente relajaba al adulto, pero a pesar de eso no dejaba de estar alerta a su entorno, cosa que se demostró cuando rápidamente se agachó para esquivar un corte que vino de su espalda con la intención de rebanarle la cabeza.

Tras eso, el maestro de los aguijones se movió velozmente hasta tomar varios metros de distancia respecto a su posición anterior, lugar en el cual, tras dirigir su mirada, pudo observar a su atacante, una persona la cual cubría todo su cuerpo con una capa de color azul oscuro y su rostro permanecía oculto por la sombra que generaba la capucha que se encontraba descansando en su cabeza. Sin embargo, lo más destacable de aquella persona era que su mano estaba sosteniendo un aguijón, siendo este el mismo con el que intentó atacar a Sly.

Sly: Buen intento - comentó con un rostro calmado mientras se ponía en una pose defensiva con el aguijón de su hijo - Pero, para tu desgracia, te faltan años de entrenamiento para poder atacarme por sorpresa - continuó hablando con un ligero tono de burla.

La persona misteriosa no pareció reaccionar ante la burla del adulto, en cambio, lo único que hizo fue lanzarse en contra de su oponente, atacándolo con un tajo horizontal el cual fue bloqueado por el maestro de los aguijones, lo cual tuvo como consecuencia que el aguijón del encapuchado rebotase hacia atrás debido a la fuerza puesta en el bloqueo.

Si bien es cierto que esto podría haber desarmado a cualquiera, el desconocido se aferró al aguijón y, aprovechando la fuerza con la que su arma había salido disparada, giró sobre si mismo y atacó el otro costado de Sly con otro corte horizontal, obligando a este ultimo a esquivarlo agachándose.

Esto fue aprovechado por la persona misteriosa ya que, en vez de intentar volver a su posición defensiva, continuó el movimiento que había trazado con su aguijón, aprovechando la fuerza centrípeta de su anterior ataque, continuó girando sobre si mismo hasta que, cuando tuvo a su objetivo en la mira, lo atacó con un tajo ascendente, resultando como un ataque veloz para cualquiera que lo viera.

Por supuesto, Sly no era "cualquiera" ya que para el, si bien ese no fue para nada lento, no se trataba de algo que no pudiese manejar, por lo que pudo esquivarlo desplazándose con un pequeño salto hacia su derecha y, antes de que su oponente volviese a utilizar la fuerza restante del ataque a su favor, le dio una rápida patada al costado de su estomago, haciendo que su oponente perdiese el aire por un momento y se cayese de espaldas al suelo.

Cuando el encapuchado se intentó levantar, pudo notar como el aguijón que empuñaba Sly se encontraba a escasos centímetros de su cara mientras que la persona que lo empuñaba lo veía con una cara que demostraba seriedad y tenía la intención de intimidarlo.

Sly: Será mejor que te rindas si no quieres morir - habló con un tono serio el adulto.

El encapuchado no dijo nada, tan solo se quedó inmóvil hasta que, en un movimiento rápido pero desesperado, lanzó una patada lateral, más parecida a una coz que a una patada, haciendo así que el maestro de los aguijones, quien no se esperaba ese movimiento, dio un par de pasos hacia atrás para evitar el ataque.

The hollow heroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora