Solarballs FANFIC - Sinfonía de los Astros Dañados

La Luna adoptada

Ahora nos encontramos en la órbita de Neptuno, donde la oscuridad envuelve todo como un manto de misterio. Estamos lejos del calor reconfortante del sol, en un rincón remoto del sistema solar. Aquí, el paisaje es desolador, un reino de hielo y sombras.

Neptuno, con su majestuosidad silenciosa, nos invita a entrar a su casa y ver un paisaje desolador y... ¡Divertido!

A pesar del lúgubre ambiente producto del frío y donde los rayos del sol no pueden llegar, Neptuno hace lo que puede para hacer feliz a sus lunitas. No sabe lo del verdadero propósito de las lunas hacía lo que único que hace con ellas es jugar.
Los cuartitos de las lunas están en círculo dando al patio con toboganes, columpios, un pequeño riachuelo para ponerse el traje de baño y zambullirse, un grifo para jugar con globos de agua y más cosas que harían de un paraíso infantil iluminado con cristales de luz.

No todo era juegos claro, debían aún ayudar en la cocina, limpieza, ayudar a su planeta y ordenar al final de jugar. Neptuno los ayudaba con actividades enriquecedoras, los llevaba a pasear y les enseñaba sobre el espacio, hacían recetas divertidas o diferentes dinámicas para reforzar la unidad entre lunas.

A pesar tan agradable ambiente, había una luna que se la pasaba apartada de las demás.

Hace años la luna líder era Proteo, era el mayor de todos, no tan grande como para liderar y saber que estaba haciendo, pero si lo suficiente como para tener voz y lograr que todos lo escuchen, además de calmar alguna discusión.

- Declaro, a Galatea – dijo Proteo - ayudante del líder por 10 años terrestres, o sea yo

Todos comenzaron a aplaudir

Neptuno aplaudió y le puso la coronita de papel

- tus responsabilidades son cuidar a todos al lado de la luna líder o la sub-luna líder y corregir a los que se porten mal

- Si Neptuno...lo voy a cuidar y corregir bien – dijo sosteniendo un bate de béisbol con una sonrisa

-Eh je je ...dejemos eso para otra ocasión – dijo Neptuno con una sonrisa nerviosa quitándole lentamente el bate – bueno, ¿quién quiere hacer chocolate relleno de cobre para celebrar?

Todas las lunas se levantaron y fueron emocionadas a la cocina.

- ¡Oigan en orden! – dijo Galatea sonando un silbato

Neptuno sonrió al ver esa escena, luego se dirigió a la puerta grande que también le pertenecía a una luna. Tocó la puerta y luego que alguien confirmara que podía entrar, Neptuno abrió la puerta.

- Pasa algo? – dijo Tritón con una revista y el cuarto desordenado

- Las lunas y yo haremos choco-

- Sea lo que sea mándamelos después – dijo Tritón para cubrirse con una manta.

- Tritón, no es bueno que te aísles de las otras lunas, ellas te quieren mucho...

- No les doy razones para que hagan eso...

Neptuno se sentó al lado de Tritón y acarició su cabello.

- Tu ahora tienes un roll, ser la nueva luna líder, debes apoyar a Proteo y a mi

- Yo jamás quise ese roll sabes?

Tritón era un planeta errante, no tenía casa y solo se dedicaba a vagar y hacer uno que otro caos. Vivía como quería a pesar de su situación. Hasta que un día fue capturado por la gravedad de Neptuno y se convirtió en una de sus lunas. Esta captura fue caótica, ya que Tritón llegó a su órbita actual en dirección contraria a las lunas preexistentes, lo que resultó en la destrucción de muchas de ellas, todas las lunitas se asustaron y se refugiaron en Neptuno.

Neptuno lentamente se acercó a un Tritón mal-herido, que poco a poco se desmayaba.

Al despertar solo vio un montón de ojos mirándolo y en un cuarto extraño. Además de que su placa de planeta empezó a cambiar, rebelando una placa lunar.

- O sea... es un nuevo hermanito?

Todos estaban algo tristes por el accidente de sus hermanitos y aún desconfiados de este nuevo visitante. Neptuno se dio unos minutos para responder.

- S-si, es su nuevo hermano, y mi nueva luna.

*

- Esta bien si no quieres venir Tritón, pero ahora que eres uno de los nuestros...deberías empezar a vernos como ..

- ¿Familia?, sabes si... si iré con ustedes... solo dame un momento...

Neptuno le sonrió y se fue del cuarto, Tritón solo se levantó de la cama, a pesar que su planeta le daba recursos y lo cuidaba bien, no podía confiar en estos. Sabe lo del propósito de las lunas, jamás le dio importancia porque era un planeta. Pero ahora que era una luna, no quería tener que cumplirlo. Se tomó un momento para sí mismo, respirando profundamente el aire frío y metálico de la habitación. La decisión de unirse a ellos no era fácil y aún después de años le molesta la cabeza. Con un último vistazo a la serenidad de la habitación, Tritón finalmente asintió para sí mismo, aceptando el desafío de construir nuevos lazos en este extraño, pero acogedor nuevo mundo. Aunque el prefiriera seguir orbitando sin rumbo.

*

Hoy el grupo de lunas y Neptuno estaban paseando por la órbita, Tritón estaba con ellos y trató de disfrutarlo, era tonto pero lo único que le gustaba era que se distraían con el juego y no tenían que hablarle mucho. Luego de jugar se sentaron a comer en círculo.
Otra ventaja de ser luna de Neptuno, era que ya no tenía que comer minerales en bruto de los asteroides, Neptuno los cocinaba y podía comer algo pulido. No lo niega, le encanta el choco-metano.

Una lunita levantó la mano.

- ¿P-puedo preguntar algo? – dijo Larisa

- Claro, no tengas miedo pregunta.

- ¿Por qué Saturno tiene anillos?

Neptuno pensó un poco y no encontró la respuesta.

- Mmm yo tampoco lo se...Proteo, Tritón, cuiden a las lunitas...yo iré con Saturno a preguntar.

Neptuno con una sonrisa fue con Urano ya que no quería molestar a Saturno y como eran vecinos podría saber algo. Mientras tanto, la mayoría de las lunas de Urano se entregaban a juegos y banquetes, todas excepto una, que se mantenía distante y aislada del resto, manteniendo cercanía con Urano. Aunque su presencia solitaria era notable, Neptuno no le dio mucha importancia y se centró en su conversación con Urano, buscando las respuestas que había venido a encontrar.

- Oye vecinirijillo, tengo una pregunta para ti sobre anillos.

- Oh si – genial. eh si pregúntame Neptuno. –dijo Urano

-Okey, quería saber ¿Por qué Saturno tiene anillos?

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