Despertando con claridad

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A menudo son los susurros más suaves los que desencadenan las avalanchas del cambio. Una pequeña conversación, un intercambio de palabras aparentemente trivial, puede ser la chispa que encienda la llama de una revolución o el diálogo que desate el descubrimiento de una nueva verdad.

Neptuno preguntó a Saturno el porque de sus anillos. Ni él sabía la respuesta, Urano quería saber pero se decepcionó al no tener respuesta. De pronto un terrícola se acercó con su nave espacial, Astrobola (como lo bautizó el Sol) dijo de donde provienen los anillos.

"...De los escombros de muchas lunas que se destruyeron por tu gravedad"

*

Neptuno volvió al picnic con sus lunitas ya con la respuesta, todas pensaron que solo era una historia de terror así que se rieron...por fuera, por dentro sentían escalofríos... siguieron comiendo y volviendo a jugar. Pero Tritón solo tenía el núcleo alterado, con deseos de gritar y golpear a alguien. Pero esos sentimientos se volvieron miedo al sentir que enfrentar a Neptuno puede significar ser anillos de un planeta idiota. 
Solo pensaba que la respuesta podría ser más obediente, pero eso iba en contra de sus planes, no quería ser luna pero era su única opción....
Solo vió su sandwich a medio comer ...lo dejó en la cesta ya que el hambre se fue de inmediato.

- Neptuno eh...

- Bueno Lunitas guardemos, Urano quiere venir a cenar...Me ayudan a hacer la comida?

Todas saltaron de alegría.

Larisa se acercóo algo temerosa a Tritón

- Es cierto eso de...los anillos? - pregunto la pequeña con curiosidad y miedo

- Yo...ni yo lo se... - dijo Tritón algo abatido

*

"Osea que puedo usar a mis lunas para hacer anillos" Dijo Urano decidido

Los gritos y el caos se oyeron por toda la órbita de Urano, Titania estaba mal herida pero si quería que todos estén con vida debía reunirlos a todos, ya sea yendo de por acá y por allá para evitar que las lunas más pequeñas se vayan a perder. 

Ella odiaba el cinturón de Kuiper, cuando era una lunita recién creada, le tenía miedo al cinturón de Kuiper, un lugar Lúgrube lleno de asteroides, posibles forastros que quieran dañarla y más historias que le helarían la sangre, pero por ahora, al ser un lugar lleno de minerales que necesitan para sobrevivir era su mejor opción.

Oberón y Umbriel ayudaron en reunir a las lunas pequeñas. Se encontraron el cinturón de Kuiper. Todas estaban alborotadas

- QUe vamos a hacer?

- No quiero que me hagan anillos- 

- Titania¡¡ No quiero morir¡¡

Las más chiquitas solo lloraban y se abrazaban sin saber que pasaría con ellas ahora.

Titania también quería llorar y tirarse al suelo de impotencia de estar a la deriva en un lugar que le aterraba y por toda esa persecución se quería desmayar ya que sus piernas le dolían demasiado y sentía un desmayo en cualquier momento. Pero se apoyó en Oberón, respiró hondo y con una cara seria se acercó al grupo.

- Silencio y escuchenme¡ ...Estamos a la deriva  y somos lunas errantes ahora...pero vamos a seguir unidas. Revisen sus bolsillos, bolsas, carteras o lo que sea que tengan y diganme que tenemos ahora? - preguntó Titania

Después de reunir lo que tenían Ariel hizo la lista.

- Un pico de cuarzo extra que tenía Umbriel por si quería un bocadillo de algún asteroite que pasara cerca de Urano, lo malo era que al no agarrar minerales de los asteroides, la experiencia con la minería era nula

Solarballs FANFIC - Sinfonía de los Astros DañadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora