──Hᴀsᴛᴀ Qᴜᴇ Sᴀʟɢᴀ Eʟ Sᴏʟ.

5.- Crisantemo; Secretos a la luz

Tres días habían pasado.

Ray había vuelto a casa e Isabella los visitaba diariamente, Lucas lo intentaba, pero, extrañamente, la idea de salir de su casa le daba pavor.

Las cosas con Isabella estaban muy tensas, apenas se dirigían la palabra. Cómo mujer, sentía empatía por ella, era una madre que estuvo a punto de perder a su hijo y ahora, también tenía que cuidar de dos personas más, que ni siquiera eran de su familia. Pero siendo ella, no podía ponerse en su lugar. Era extraño, no la odiaba, pero su percepción sobre ella le decía que sus intenciones no eran buenas.

Eso me recuerda mucho a una frase que mi madre siempre decía
"El presentimiento puede fallar, pero la fé ciega también".

No podemos confiar al ciento por ciento en alguien, pero tampoco podemos estar seguros de si en realidad son, o no, buenas personas.

Pero se puede aplicar en muchos casos, la fé y la esperanza son muy similares, pero no son lo mismo. No podemos esperar siempre lo bueno.

Cuándo ella me decía "La esperanza es lo último que se pierde" siempre agregaba una frase final... "O también lo primero que dejamos ir"

Isabella no parecía ser malintencionada, era una mujer muy dulce y comprensiva, además de tener un buen carisma y estar consciente de sus errores...

Pero nadie es quién dice ser...

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Decidió ir a ver a Lucas, la última vez que hablaron fué en el hospital, antes de lo de... Bueno, ya saben, la partida de Yuugo.

Había cosas que Emma no podía comprender, entre ellas, el miedo irracional a salir de su casa.

La casa de Lucas no quedaba muy lejos, por lo que siempre los visitaba. Sabía que Yuugo trabajaba de una manera excesiva, no porque quisiera, lo hacía porque era lo que tenía que hacer. Además, no le costaba nada pasar tiempo con sus sobrinos, prácticamente eran cómo sus hijos. Ahora mismo, tiene la custodia de Emma, pues la madre de Ray aún vive. En el testamento de Yuugo, se especifica que cada custodia que esté bajo su poder, sea pasada a su hermano, en caso de que algo le pase.

El mayor deseo de Lucas era formar una familia. Una vez, cuándo era joven, se enamoró de una mujer llamada Marilyn, Marilyn Hughes. Una chica del pueblo que también estaba muy interesada en la repostería. Estuvieron juntos por un tiempo, tiempo que recuerda con todo el amor que alguna vez le profesó. Nunca supo más de ella, un día, ella simplemente lo dejó y se fué del pueblo, así sin más. Día que prefiere olvidar, pero aún le cuesta mucho, ella fué la única persona de la que realmente se enamoró.

Su sueño de tener una familia juntos se fué con ella, no sabía qué era de su vida, pero esperaba que fuera feliz y que, por lo menos, haya cumplido las metas que tenían juntos, aunque sea con alguien más.

No le desea ese sufrimiento a nadie, que la persona a la que estás dispuesta a entregarle tu corazón y todo de tí, se vaya y nunca vuelvas a verla.

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Tenía un rato de haber llegado a la casa de Lucas.

No vamos a mentir, era un desastre. Tenía sacos de harina, los materiales de decoración y un kit completo para moldear fondant.

Aún así, intentó hacer que todo fuera normal para Emma, no quería hacerla sufrir más de lo que ya lo estaba haciendo.

-Lucas... ¿A qué le temes tanto?

-¿A qué te refieres, Emma?

-Pues, el miedo que no te deja salir de aquí.