──Hᴀsᴛᴀ Qᴜᴇ Sᴀʟɢᴀ Eʟ Sᴏʟ.

10.- Lirio; La niña olvidada

TW: Menciones de los TCA y problemas familiares.

Veintitrés de agosto.

La noche anterior había sido realmente mágica. Sí, hubo lágrimas y penas, pero tuvo un buen desenlace. La noche culminó con todos conversando de todo. Riendo de las anécdotas escritas en el diario de Dina, el cual, además de contener pequeños momentos de su matrimonio con Yuugo, también contenía recuerdos con todos sus amigos, en especial con Isabella y Krone. Recuerdos realmente hermosos, cálidos y familiares. También contenía recuerdos con sus padres y hermano.

Pero todo lo que sube, tiene que bajar...

Pronto se empezó a notar el cambio de humor en sus escritos, cómo empezó a faltar Krone, Leslie, Isabella y finalmente ella dejó de escribir.

Cuando eso pasó, dejaron de leer y empezaron a jugar UNO. Todo culminó con Gilda mechoneando a Ray porque le lanzó un más cuatro, Emma intentando sobornar a Norman con galletas para que la dejase ganar, Anna llorando porque no entendía nada e Isabella deteniendo a Ray y Gilda. Mientras todo eso pasaba, Lucas ya estaba durmiendo. Después de eso, todos se la pasaban molestando a Gilda porque se encerraba en el baño a hablar con Don.

Siguiendo los pasos de Lucas, Emma fue la primera en caer dormida, siguiéndole Ray, hasta que todos fueron vencidos por el sueño. Isabella solo podía observarlos a todos, acostados en el sofá, durmiendo plácidamente luego de un largo día. Era una noche fría, notó que se acurrucaban para buscar calor, por lo que buscó una manta del segundo piso y los tapó.

No podía evitar pensar que, en algún momento, su vida también se veía así. Extrañaba tanto tener dieciséis, disfrutar de la vida junto a sus amigos y planear su futuro, siempre se preguntaban a qué universidad irían, o que carreras estudiarían... Desgraciadamente, la vida siempre le demostraba que cualquier persona a la cual le tome cariño, tendría un horrible final.

Sólo esperaba que el destino fuera más amable con Ray y los demás, pues sabía que eran niños buenos y no merecían pasar por todo el sufrimiento por el cuál ella pasó.

{ °. * °}

Emma había despertado, la verdad había dormido bastante bien, mejor de lo que pensaba. Últimamente no podía dormir adecuadamente. Realmente se sentía sola y en peligro cada que recostaba su cuerpo en la cama, se sentía indefensa. Pero cuando estaba con las personas que más querían en este mundo realmente se sentía tranquila.

—Emmy, por fin despertaste, creí que habías muerto, no había visto una caída así desde la reputación de Alexander Hamilton— decía Gilda mientras tomaba un vaso de agua con hielo.

Gilda era una gran fan de Hamilton, ese musical la hizo enamorarse del teatro, además la hizo pasar el examen de historia. Siempre que veía una oportunidad para hacer una referencia o cantar una canción, la tomaba.

—Buenos días, Gills. ¿Dónde están todos? —preguntaba Emma, mirando hacia los lados.

—Lucas e Isabella salieron a trabajar. Cómo puedes observar, tu hermano está inconsciente en el piso—Señaló a Ray—Y Norman se fue hace diez minutos—.

—¿Se fue sin despedirse?

—Emmy, son la una y media de la tarde. ¿Segura que estás durmiendo bien?

—Sí, no te preocupes, fue una noche larga, eso es todo.

Minutos después, despertaron a Ray para que acompañase a Gilda a su casa, lo cual no fue nada fácil. Pues se empezó a pelear con Gilda, cómo de costumbre. Cuando ella se fue, Anna llamó a Emma a la cocina.