Capítulo 15: Intentó de robó de fluidos.

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Aitana.

En cuanto llegue al rancho deje mi caballo en las caballerizas y corri hacia la puerta de entrada del rancho.

Y tras entrar mis ojos observaron una escena totalmente repugnante.

Los padres de Amaia haciendo el frutifantastico en plena cocina.. él bombardeandola muy gustoso y ella clavándole las uñas en la espalda.

Por Dios. Ver esta escena es como ver s mis padres cogiendo.

Este es el momento en que digo: puta que asco.

Me tape los ojos y hable.

-Les agradecería que por favor....

El padre de Amaia se encargó de interrumpir mis palabras.

-Callate Aitana y déjame terminar en paz.

-¿Qué pretendez ahora Aitana? Vete de paseo y dejame disfrutar del delicioso trabajo que este hombre esta haciendo.

-Le dire a Amaia que están cogiendo en du cocina. -los acuse sin dejar de taparme los ojos.

-Dile que inaguramos el racho. Que lo hicimos en el baño, granero, en la habitación, en la alfombra y por último la cocina.

Y yo que pensaba que la enferma sexual soy yo.

-Para de enfermos.

-Vete lunática.

-Los dejo para que terminen de hacerle un hermano a Amaia.

-Dejame desifrutar de este placer Aitana así que largate de una buena vez. -la madre de Amalia se atrevió a decir estas palabras y yo sonreí.

Aún con los ojos tapados empecé al marcha hasta la habitación de mi amiga y justo antes de que pudiera salir de la cocina escuché un par de palabras provenientes de la madre de la ranchera que tengo como amiga.

-Mueve más rápido. Dame más duro, hazme recordar nuestro primer explosivo momento.

Explosivos y excandalosos. Esas son las palabras correctas para describir a los padres de Amaia.

Negué con la cabeza luego de escuchar el gran gemido que emitió uno de ellos dos.

-Lo mejor del mundo es coger pero, hacerlo con discreción y en privacidad supera todo. -dije en cuanto empecé a subir los escalones.

» Eso dices ahora Aitana. Porque si mal no recuerdo la noche en que el robaste el esperma a Dustin no paraste de gritar pidiendo que te diera más duro. Cogiste como una perra en celo y tus gritos los escucharon hasta los muertos. Verbalizo puteria y no ne quedó más que rodar mis ojos.

Esta puteria si que esta dolida conmigo.

» Como no estar enojada cuando tú le ordenaste a ese hombre que saliera de ti. Arruinando por completo mi plan de coger, gritar y pedir más.

La charla mental con puteria llego a su fin cuando escuché la voz de la abuela a mis espaldas.

-A tí te quería ver, Aitana.

-Si es para preguntar sobre el hombres que embarazado a mi amiga pierdes tu tiempo abuela porque de mi boca no saldra ni una sola palabra.

La abuela se atrevió a rodae los ojos.

-No es eso que te iba a preguntar pecadora.

-Pregunta pues...

-¿Qué crees que sea esta vez? ¿Niña o niño?

-Me gustaría que Amaia tuviera un niño. -dije con añoranza. Y la abuela entrecerró los ojos.

-Tendras a tu hijo en brazos muy pronto Aitana.

¡Heredero a la vista! [#2 de la saga Heredero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora