Capítulo 7.

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Llego junto a mi familia, acompañada de Sedrik, para despedirme

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Llego junto a mi familia, acompañada de Sedrik, para despedirme. La verdad, pese a lo insegura que estaba de dar con ellos, todo se sucede de forma natural. La emoción por el distanciamiento es palpable y por supuesto Emma, es la primera en soltar algunas lágrimas. Miento, si digo que no me preocupo respecto a su seguridad. Incluso si Hugo y Amelia, juran estar al pendiente de la manada.

Lisa me reitera que aproveche el viaje y que disfrute de conocer un lugar diferente, sin importar cuál termine siendo nuestro destino. Solo espero que realmente, el cambio de aires y la emoción de estar junto a Sedrik, aleje los pensamientos intrusivos sobre Amarok y el rey. Justo cuando me separo de Roger, tras fundirnos en un firme abrazo, Amelia se acerca, susurrando algo a Sedrik.

Por supuesto, el gesto me llama la atención, especialmente, porque no hace nada para disimular.

—¿Qué pasa? —le pregunto a Sedrik, confusa.

—Ven conmigo —dice, contemplándome con ademán satisfecho.

Su actitud ayuda a calmar mis miedos y enseguida supongo que se trata de algo bueno. Salimos por las enormes puertas de la entrada, donde un hombre del servicio carga mi precaria mochila en el coche y dispone todo a punto para nuestra partida. Pero continuamos un poco más allá, mientras no dejo de examinar la expresión de Sedrik, intentando discernir que pretende.

Cuando giramos, comprendo que por previsible que sea, jamás habría sido capaz de prever su sorpresa. Niego con la cabeza, incrédula. Debí haber imaginado que aprovecharía que ya estamos casados, para hacer este tipo de cosas. Asombrada por su descaro, contemplo el enorme 4*4 aparcado ante nuestras narices. Seguramente, es el último modelo, equipado con la tecnología más innovadora, que seré incapaz de descifrar. Eso, si lo acepto.

Por todos los santos, si hasta ha hecho que le pongan un enorme lazo rojo en el capo.

—¿En serio? —cuestiono, haciendo mi mejor esfuerzo por lucir molesta. Pero es demasiado complicado cuando su mirada refleja un orgullo desmedido. Está seguro de que ha hecho un movimiento perfecto, pese a que ha tenido que armarse de mucha paciencia.

Estoy convencida de que la excusa será, que ahora que soy su esposa, debe cerciorar que estoy cómoda y sobre todo, segura. Y eso aplica, en todos los sentidos.

—¡Qué pasada! —espeta, Jack, asombrado—. Ese modelo es casi indestructible —la emoción le hace hablar con rapidez, mirando a Lisa con absoluta fascinación. Recuerdo que al igual que Caleb, trabajó un tiempo en el taller de Gary, así que entiende de lo que habla—. El mejor motor, cristales tintados, la carrocería es casi a prueba de bombas —describe, mientras Lisa se gira para mirarme con una sonrisa, sabedora de que esto representa un dilema para mí.

Sin duda, semejante "prodigio de la ingeniería", es demasiado para mí. Tiemblo con solo, imaginarme conduciendo y hacerle un arañazo. Sé que él jamás dirá nada en contra, pero no puedo evitar pensar que se le ha ido de las manos.

Eternidad - Saga Criaturas de la noche IV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora