Capítulo 19.

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Tras la llamada, Sedrik me avisa de que Alistair tardará un poco en llegar

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Tras la llamada, Sedrik me avisa de que Alistair tardará un poco en llegar. El médico ha tenido que viajar para conseguir unos documentos que al parecer, son de vital importancia. Sin embargo, no le ha confesado más al respecto por el teléfono, mencionando que es algo que deben tratar cara a cara. Así que el tiempo pasa y como no, Sedrik insiste en que lo mejor es que intente dormir un poco, al menos un par de horas. La idea resulta tentadora y no es que dude de que él me despierte cuando el doctor llegue.

Si no que dudo ser capaz de conciliar el sueño, pese a lo agotada que estoy. Es de esas ocasiones en las que no posees ni un gramo de energía, pero tu mente es incapaz de poner el piloto automático y dejarse llevar. Por ende, escojo dejar nuestra habitación, en parte, así dejo de observar la cama con anhelo y también, para escapar del escrutinio de Sedrik. Me instalo en el salón, ocupando un sillón sola, mientras agradezco el silencio sepulcral que reina en la casa.

Ya que no puedo dormir, al menos, encuentro algo de paz. Hasta que aparezca Alistair. Sedrik se aproxima después de un rato con una manta. Cauteloso, la deja caer en mi regazo, pero no va más allá, consciente de que no me encuentro bien. Sé que lleva mal la distancia y admito, que en gran medida, yo también. Siempre he hallado confort en su cercanía, entre sus brazos, sin embargo, ahora todo ello se ve como otra pequeña carga que hace aumentar mi ansiedad. Pues si actuó como si nada hubiera sucedido, significará que no me duelen sus mentiras. Debe ver que su secretismo tiene consecuencias, aunque implique complicar aún más mi situación.

Contra todo pronóstico, mientras esperamos, no pronunciamos ni una palabra. Solo en una ocasión, Sedrik intenta decir algo y enseguida sospecho que busca ofrecerme ánimos, así que le detengo. Si de algo estoy segura, es que nada podría borrar la opresión que siento en el pecho desde que confeso la verdad. Por ello, quiero que cualquier cosa que tengamos que añadir, sea cuando estemos reunidos con el médico.

Es de lo más doloroso ir en contra de lo que dice tu corazón, pero me aferro al pensamiento de que debo hacer lo correcto para mí. Ello implica que Alistair debe corroborar lo que Sedrik me ha contado. Por más que lo intento, no hayo falsedad en el discurso de mi marido, pese a que ha soltado cosas que lleva ocultando desde el inicio de nuestra relación. Pero tengo que ser cautelosa. Admito, que puede que la verdad es que en realidad, lo único que anhelo es que Alistair contradiga las palabras de Sedrik y ofrezca una visión un pelín, más esperanzadora. Pero dudo mucho que algo como eso suceda.

Pese a no decirnos nada, agradezco la compañía de Sedrik, pues creo que a nadie le gustaría pasar por esto sola. Más allá de la rabia que le profeso por sus actos, hay algo en su mera presencia que me infunde seguridad. Si él está cerca, nada realmente malo puede sucederme. Aunque quizás las cosas no son tan simples en esta ocasión.

Pasan dos horas de eterna espera. Aún no es noche cerrada, pero hace rato que ha empezado a oscurecer, cuando Sedrik se tensa visiblemente. En un suspiro, se sitúa junto a la puerta y antes de que abra, sé de quién se trata. Sedrik me echa un vistazo, buscando mi beneplácito y no es hasta que asiento, que recibe a Alistair. Tampoco es como si tuviéramos otra opción. Esto no es algo de lo que podemos escapar, ni siquiera por unos días, como otras problemáticas que hemos experimentado en el pasado.

Eternidad - Saga Criaturas de la noche IV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora