La Convergencia Armónica ha terminado y UnaVaatu ha sido derrotado. Ahora que el mundo puede tomarse un respiro, Mako y Korra deciden replantearse las cosas y darse una 2da oportunidad en su relación. Sin embargo, el Equipo Avatar deberá sumergirse...
Tierra... Fuego... Aire... Agua... Sólo el Avatar puede dominar los cuatro elementos, y traer el equilibrio al mundo.
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Los Maestros Aire comienzan a desaparecer de manera muy misteriosa en las calles de Ba Sing Se, incluyendo al pequeño Kai. La Reina Tierra lo niega pero Korra se rehúsa a abandonar la búsqueda. Mientras tanto, en medio de la búsqueda de Kai, Mako y Bolin encuentran a sus familiares perdidos, quienes les cuentan que los Agentes Dai-Li secuestran a los Maestros Aire para el ejército de La Reina. Por otra parte, en la prisión secreta de la Tribu Agua del Norte, Tonraq y el Señor Zuko se preparan para el inminente ataque de Zaheer.
Capítulo 4: En Peligro.
P'Li se encontraba sentada en un rincón soportando el frío infernal, mientras los soldados del Loto Blanco estaban custodiando la celda, a la espera de un inminente ataque de Zaheer y sus amigos. Por otro lado, en la superficie, Tonraq, se quedó esperando afuera de la fortaleza junto al General Iroh, Eska y Desna, quienes vieron a lo lejos al dragón de Zuko acercarse para posteriormente aterrizar frente a ellos.
General Iroh: ¿Viste a Zaheer?
Zuko: Lo único que vi fue una tormenta de nieve que venía hacia acá. (Señaló detrás suyo).
Tonraq: Esa no es una tormenta de nieve... Es algo mucho peor... Es él. (Respondió adivinando de quien se trataba, por lo que corrió en su dirección.
Y en efecto, se trataba de Zaheer y su grupo. Quienes se aproximaban a toda velocidad con ayuda de un camión quitador de nieve, mientras que Zaheer hacía uso de su aire control para crear una tormenta.
General Iroh: Todos mantengan su posición, no debemos dejarlos entrar.
Zuko y su equipo corrieron en dirección a los criminales, quienes saltaron del vehículo y corrieron a toda velocidad hacia la prisión.
Tonraq: ¡Te encerré una vez, Zaheer!, ¡y juro que lo volveré a hacer! (Dijo mientras corría en dirección a los fugitivos acompañado del Señor Zuko, Iroh, Eska y Desna).
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Tonraq dio un salto y atacó a Zaheer con un chorro de agua, el cual esquivó. El monarca disparó estacas de hielo en dirección al fugitivo, solo para ser recibido por una fuerte ráfaga de aire que lo manda a volar. Eska y Desna dispararon estacas de hielo en dirección a Ming-Hua, quien esquivaba rápidamente. A continuación, los gemelos hicieron que varias estacas de hielo sobresalieran del suelo, lo cual fue aprovechado por Ming-Hua para columpiarse con ayuda de sus brazos de agua. Ming-Hua aterrizó detrás de los gemelos, a los cuales inmovilizó en una prisión de hielo, dejándolos a ambos fuera de combate. Ming-Hua dio un salto y transformó sus brazos en grandes cuchillas, perforando el suelo de hielo, entrando a la prisión subterránea.
