Capítulo 4: El Llamado

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Tierra... Fuego... Aire... Agua... Solo el Avatar puede dominar los cuatro elementos, y traer el equilibrio al mundo. 

Cuando Korra no regresó a Ciudad República, todos se preocuparon por su paradero

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Cuando Korra no regresó a Ciudad República, todos se preocuparon por su paradero. Así que Tenzin le pidió a sus hijos Jinona, Ikki y Meelo que encuentren al Avatar. Pero lo que no saben es que luego de irse del Polo Sur, Korra se refugió en el pantano con Toph Beifong, quien descubrió que aún había veneno metálico dentro de su cuerpo. Pero cuando intentó sacarlo, Korra se resistió. ¿Será que los niños podrán encontrar l Avatar y ayudarla a volver a la acción.

Capítulo 4: El Llamado.

Isla del Templo del Aire.

Luego de que los hijos de Tenzin accedieran a iniciar la búsqueda del Avatar Korra, estos comenzaron a empacar las provisiones necesarias para su viaje. Satisfecho con la decisión de sus hijos, Tenzin habló del tema con su esposa Pema, quien no se mostraba muy de acuerdo que digamos con la idea de enviar a sus hijos solos a esta misión.

Pema: Tenzin, ¿seguro que no puedes ir con ellos? (Expresó preocupada a su esposo mientras veía a sus hijos empacar más provisiones en el lomo de su bisonte).

Tenzin: Créeme que me gustaría acompañarlos amor. Pero no puedo... Raiko me pidió que me quedara para poder buscar una solución diplomática al problema de Kuvira.

Ikki: Tranquila mamá, te prometo que estaremos bien. Además, tengo entendido que el abuelo Aang y sus amigos tenían nuestras edades cuando inició su viaje.

Pema: Bueno, al menos no tendré que preocuparme de que pasen hambre durante la búsqueda. (Dijo mientras tomaba entre sus manos un costal con comida para sus hijos).

Meelo: ¡Mamá!, estaremos en la selva. ¡Viviendo al natural!... ¡No nos des comida! (Exclamó molesto para posteriormente cruzarse de brazos).

Sabiendo como era el carácter de su hijo, hizo su siguiente movimiento para convencerlo.

Pema: Ay, pero hice tu comida favorita tesoro. (Dijo sacando algo del costal).

Meelo: Espera, ¿hiciste panes dulces con caritas felices? (Preguntó, a lo que su madre solo asintió. Los panes dulces con cartas felices eran sin duda alguna su debilidad y no podría resistirse a comerlos aunque quisiera). Bueno, creo que oficialmente no hemos partido. (Se acercó a la vez que su lémur olía dichos panes).

Meelo agarró la pequeña bolsa, la abrió y de repente, su expresión de felicidad cambió a una de tristesa.

Meelo: ¿Pero que...? ¡Ay no!, está aplastado... Esto no me sirve. (Expresó con cara triste, mostrando el pan a su madre).

Pema: ¿Sabes algo?, a veces, las cosas se aplastan al natural. (Respondió acariciando la nariz de su hijo con su dedo).

Resignado, Meelo empaca los panes en el costal y lo coloca en el lomo de su bisonte. Acto seguido, Meelo e Ikki se despiden de su madre y su hermanito Rohan para luego montar a su bisonte, no sin antes esperar a Jinora quien compartía un abrazo con su padre.

Avatar: La Leyenda De Korra - A Makorra StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora