La maestra, la hechicera y la Wonderbolt (By Wabbrit)

Capítulo 16: Noche de cita, toma uno.

Trixie se paseaba nerviosa de un lado a otro, intentando gastar parte de su energía nerviosa de forma semi-productiva – Espero que se me abra el apetito, porque en este momento no creo que pueda comer ni una menta - se detuvo frente al espejo por enésima vez y nuevamente comprobó su melena. Intentó acomodarla del lado contrario con su magia antes de volver a dejarla como estaba.

- ¿Podrías por favor calmarte? Me estás poniendo nerviosa para mi cita del domingo - dijo SpitFire desde el sofá.

Cheerilee, que estaba corrigiendo unos trabajos en la mesa del vestíbulo principal donde todos esperaban, asintió con la cabeza - Todo irá bien, Trixie. Solo sé tú misma - se detuvo y pensó un momento antes de añadir – Bueno, no demasiado tu misma. "¿Por qué la aconsejo sobre su cita? Todas queremos a la misma yegua" - se sacudió el pensamiento indignada consigo misma.

La yegua azul caminaba alrededor de ella – ¿Qué se supone que significa eso?

SpitFire hizo un gesto apacíguante con sus pezuñas - Es sólo que cuando se trata de ponis que no son Twilight, puede ser un poco...

- Abrasiva - concluyó Cheerilee. La pegaso asintió ante esta afirmación - Y ya sabes cómo es Twilight. Quiere que todos los ponis sean, si no amigos, al menos amistosos.

Asintiendo con la cabeza, la unicornio respondió - Trixie lo sabe. No hará promesas, pero tratará de ser más... amigable - suspiró mientras dirigía al espejo - ¿Por qué demora tanto? Trixie esta lista desde hace quince minutos.

- Lo siento Trixie, tenía que darle a Spike unas instrucciones de último momento - todos dirigieron su atención a las escaleras y jadearon de sorpresa. Twilight estaba allí en todo su esplendor. Le habían cepillado el pelaje hasta dejarlo resplandeciente, la crin y la cola brillaban, como si las estrellas del cielo nocturno hubieran quedado atrapadas en ellas. La sutil sombra de ojos llamaba la atención sobre ellos, invitando al espectador a ahogarse en ellos, y su cuerno había sido pulido hasta sacarle brillo. Señaló hacia la puerta y preguntó - ¿Nos vamos?

Trixie cerró la boca y en un vano intento de salvar su dignidad trotó hacia la puerta con la nariz al aire. Eso no le impidió percibir el aroma del perfume de brezo al pasar junto al unicornio. Sintiendo flaquear sus rodillas, pensó "Esta va a ser una larga noche".

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Trixie volvió a mirar el menú y tragó saliva en silencio. No esperaba que fuera tan costoso. Aun así, por Twilight, gastaría hasta el último céntimo que tuviera para verla sonreír, y efectivamente, Twilight sonreía. Miraba su propio menú, que carecía de precios, con deleite.

- Todo suena delicioso, ¿verdad, Trixie?

La yegua azul respondió con una débil sonrisa - En efecto, así es, Twilight. No dudes en ordenar lo que quieras. Recuerda, es en agradecimiento por todo lo que has hecho, y quiero que lo pases bien, ¿de acuerdo? – por dentro, Trixie esperaba nerviosa su decisión. Cuando eligió "La Pradera" para invitar a la bibliotecaria a cenar, no sabía que tan costoso era el restaurante más costoso de Ponyville.

En ese momento el camarero se acercó, con la nariz al aire y el bigote reluciente por la cera utilizada para darle forma - ¿La señorita está lista para ordenar? - incluso su voz tenía un tono nasal pedante, casi como si estuviera resfriado.

Trixie miró a Twilight quien afirmó con la cabeza - Sí, ordenaré la ensalada de orquídeas con aderezo de vinagreta y un plato de sopa minestrone.