- Señorita Cheerilee, ¿no vamos a entrar? – mira la nube.
La maestra miró hacia arriba, en dirección a la que la potra miraba, frunció el ceño de manera escéptica. Decidió que no había de que preocuparse por aquellas oscuras nubes, se volvió hacia la potranca que había hecho la pregunta - Creo que estaremos bien, Twist. El almuerzo y el recreo solo duran media hora. Pasará mucho antes de que se acerquen lo suficiente como para molestarnos.
La potranca de la melena roja asintió con la cabeza y se fue a unirse a AppleBloom, Sweetie Belle y Scootaloo en un juego de avión extremo. La yegua no estaba segura de cuáles eran las reglas, pero al saltar tenía que hacerlo sobre un casco mientras intentaba hacer malabares con tres piñas de pino en la nariz. Hasta el momento, ningún poni había ganado un juego. Observó el juego por un momento, riendo cuando Scootaloo dejó caer las piñas, una tras otra sobre su cara.
- Eso parece doler.
Cheerilee se volvió para ver a su hermana, Berry Punch, apoyada en la valla que delimitaba el patio de la escuela, con una pata delantera sobre ella de manera casual – Vaya ¿Qué te trae por aquí?
- Mis pezuñas – respondió con simpleza, consiguiendo una mirada de molestia por su frivolidad – Vine a dejarle el almuerzo a Berry Pinch – señalando con la cabeza en dirección a su hija que estaba sentada bajo un árbol mordiendo un sándwich de margaritas – Escuché que hay nueva competencia merodeando alrededor de tu yegua.
La expresión de Cheerilee cambió de molesta a agria - No es mía, ella es su propia yegua, y te agradecería que me dejaras en paz.
- Con una actitud como esa, no es de extrañar que ella no sea tuya todavía - Berry pudo ver que su comentario realmente le dolía asi que suavizó un poco su tono que normalmente solía ser mordaz – Mira, Cheers, ¿Sabes? Solo trato de cuidar a mi hermanita. No siempre nos llevamos bien, pero tú sigues siendo mi familia, y me preocupo por ti - Cheerilee se quedó allí, analizando palabras de su hermana – Y la pequeña Berry parece haber tomado algo de brillo por alguna extraña razón.
La profesora sacudió la cabeza, divertida - Bueno, yo... – siguió Cheerilee - Espera un segundo. ¿Qué quisiste decir con "Escuché"? ¿De quién?
Berry Punch golpeo su frente y gruñó - ¿Es en serio? Cheers, prácticamente toda la ciudad sabe que suspiras por esa pequeña tonta unicornio de Celestia. No eres muy sutil que digamos. Creo que los únicos que no lo saben son los que asisten a tu clase. De hecho, no me sorprendería si lo supieran. Y desde luego ella, por supuesto – se inclinó más cerca de su hermana mirándola – Y desde que la mentirosa y la súper estrella llegaron al pueblo, los ponis han comenzado a hacer apuestas sobre quién va a ganar.
- ¡¿Ellos qué?! – gritó Cheerilee.
Berry Punch hizo un gesto con el casco - ¡Hssst! ¡Tranquila! ¿Quieres que los pequeños se enteren? Además, ¿no se supone que eres un modelo de cívico?
Cheerilee volteó y notó que varias potras y potros repentinamente mostraron interés a lo que sucedía frente a ellos - ¿Están apostando? ¿Acerca de a quien elige Twilight? – Siseó - Eso es... eso es... ¡desagradable!
La poni terrestre color ciruela rodó los ojos – Dímelo a mí, los aldeanos se niegan a disminuir las probabilidades de que ganaras. Siguen diciendo que eres "muy sencilla". Ni siquiera escuchan cuando les digo que la nerd obviamente tiene cierta preferencia hacia los mentores. Ningún poni puede notar la forma en la que mira a Celestia, por el amor de dios.
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La maestra, la hechicera y la Wonderbolt (By Wabbrit)
FanfictionTwilight Sparkle hace amigos fácilmente desde que llegó a Ponyville. Algunos dirían: demasiado fácil. Tres ponis; una cuyo afecto crece cada vez que la ve y la admira desde hace años, con la que fue amable en su momento mas infortunado. Cheerilight...