La maestra, la hechicera y la Wonderbolt (By Wabbrit)

Capítulo 4: El regalo de la hechicera

SpitFire y Trixie habían estado paseando delante de la escuela por un buen rato. Observaron cómo los potros se alejaban decepcionados en cuando las persianas fueron cerradas, así que intentaron con la puerta del salón. Por desgracia para ellas, Cheerilee la había bloqueado contra este tipo de situaciones. SpitFire trató de mirar a través de la cerradura, pero en este caso se encontró con una artimaña en particular - ¿No puedes desbloquear esto con tu magia o algo así?

- ¡La gran y poderosa Trixie no se presta a actos de un vulgar ladrón! - siseó.

- Eso quiere decir que no sabes hacerlo - replicó en un susurro SpitFire.

El unicornio tartamudeo por un momento antes de que pudiera recuperar su voz para decir algo con claridad - ¡Trixie no tiene que sentarse aquí a tolerar esto de alguien como tú! - se enfureció.

SpitFire se dirigió a ella de nuevo - Entonces, tal vez Trixie debería irse.

- ¿Y abandonar a la podre Twilight Sparkle con las de no tan inocentes y misericordiosas mentes torcidas como la tuya y las de esa poni terrestre? ¡Trixie ni lo piensa!

- Sí, a mí no me pareces una gran pensadora - dijo el pegaso en un susurro. La yegua azul gruñó en cuando su cuerno empezó a brillar, SpitFire bajó la cabeza y empezó a raspar el suelo - Sí, inténtalo.

Ambas yeguas fueron tomadas por sorpresa por un estruendoso *BOOM* proveniente del interior del aula, haciendo que salieran corriendo lejos del edificio. Sólo se detuvieron cuando se zambulleron para protegerse detrás de los arbustos de una casa cercana. Permanecieron sentadas allí por un momento, sólo respirando, luego espiaron entre los arbustos de la escuela. Al ver que no había unicornios lavandas enojados tras ellas, dieron un suspiro de alivio.

- ¿Te das cuenta? Eso fue culpa tuya. Si no hubieras usado tu magia, ella nunca habría sabido que estábamos allí - le reclamó la yegua amarilla.

Aterrada el unicornio respondió - ¿Cómo en Equestria fue culpa de Trixie? ¡Era tu gruesa voz la que la alertó de nuestra presencia!

- ¿Gruesa? ¡Mi voz no es gruesa!

- A Trixie le suena como a Berry White haciendo gárgaras cada mañana, con piedras - respondió la artista tranquilamente. Parecía que finalmente había encontrado una grieta en la armadura de su enemigo. se sorprendió cuando en lugar de una contestación, su enemiga simplemente miró hacia otro lado. Para su mayor sorpresa, la vio brillar lágrimas.

Con una voz tranquila respondió - No puedo evitarlo ¿sí? mi trabajo me obliga a gritar tanto que mi voz termina así.

El unicornio sintió un puñal de culpa, perdiendo las palabras momentáneamente - Tr... Lo siento - dijo con un hilo de voz - Sé lo que es ser molestado por algo sobre lo que no tienes control.