Capítulo 7: Querido diario (Versión lemon hard).

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ATENTOS: Con estos signos comienza el lemon: !!!!!!!!! Y con los mismos termina. (No está tan hard de hecho, los que leyeron el anterior ya saben como será xD). Ademas vamos a manejar una narración dentro de otra indicándola entre paréntesis xD mas adelante verán a que me refiero. A leer pues.



Con un quejido, Spitfire se recostó en su silla y se frotó los ojos con sus pezuñas. Las dejó caer a los descansos para las patas delanteras del asiento y comprobó el reloj. 1:47. Doce minutos desde la última vez que revisó. Cogió la taza en su escritorio, donde se encontraba sentada en su oficina y tomó un largo sorbo de ella. El café ya estaba frio como roca, y su trasero estaba adolorido intentando regresarle la forma a su asiento después de que Soarin se había sentado en ella durante los últimos dos días. "Lo juro, haré que me compre una silla nueva si no puedo regresarlo a mi propia forma. Sólo espero que capte el mensaje de lo duro que es este trabajo. Después de todo, no es todo gloria y potrancas".


Miró hacia el montón de papeleo recién terminado con asombro. Nunca antes había pasado por tanto, tan rápido. "Supongo que la buena motivación es una gran ayuda para inducir velocidad. No quiero que esas dos se adelanten más de lo que ya están". De repente, el pánico se apoderó de su corazón mientras revisaba la hora de nuevo. "¡Diantres! ¡Voy a llegar tarde a mi reunión con la princesa!"


SpitFire arrojó los papeles al archivero y salió corriendo de la oficina, derribando a dos nuevos reclutas cuando salía. Ni siquiera se molestó en ir al borde de las nubes, optó por dejase caer y atrapar la corriente ascendente más cercana después de dirigirse hacia el sureste hacia Canterlot. Se dejó llevar por la velocidad, sin prestar atención a otros pegasos que compartían el cielo con ella.


Hoy parecía ser un día ideal para romper récords, ya que llegó al palacio con minutos de sobra para su cita de 2:20. La Wonderbolt tomó un momento para recuperarse, pasando un casco a través de su afilada melena antes de cruzar las puertas. Los guardias le hicieron un gesto con la cabeza mientras ella pasaba, reconociéndola con solo mirarla. Se abrió camino por los pasillos, hasta llegar a la puerta que conducía a los jardines privados de la princesa, donde la monarca aguardaba.


SpitFire lamentó el clima frío que se acercaba, pues estas reuniones mensuales pronto se cambiarían hacia el interior para que todos los ponis convivieran. El cálido sol y la fragante flora acentuaron el té servido, haciendo un ambiente más relajante que el lugar habitual en la oficina de la Princesa. Al doblar la esquina, oyó el sonido de la risa como el tintineo de las campanas de plata. Se detuvo cuando notó que la princesa no estaba sola.


Inclinando la cabeza, la Wonderbolt saludó a sus dos monarcas - Buenas tardes, Su Alteza Real.


- Ah, Capitán SpitFire. Puntual como siempre. ¿No quieres unirte a nosotras? Estábamos hablando de una vieja carta que recibimos de Twilight hace unos años - Celestia notó el repentino rubor que llegó a la cara del pegaso al mencionar a su estudiante favorita.


Luna tampoco pasó eso inadvertido - Sí. Prithee, siéntate con nosotras. Es una anécdota muy divertida.

La maestra, la hechicera y la Wonderbolt (By Wabbrit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora