CAPITULO 15 "Rosa"

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"-¿Has visto una rosa? es hermosa, llamativa y  sientes él impulso de arrancarla, pero las rosas son como las personas, muchas veces preciosas pero cuando decides embarcarte en ello, tienen un pasado, espinas incrustadas en ella tan profundamente capaz de opacar su belleza interiormente, y cuando la tomes ya sera demasiado tarde, ya te habrá lastimado"

Harry

Mi abdomen pica tentándome a sacar mi gasa y rascarlo, mi tatuaje estaba irritado, un poco colorado y inchado, era normal, había recibido estrictas pautas de Louis indicándome que por nada del mundo lo toque más que para pasarme una crema humectante.

Él significado de mi tatuaje era claro, y para mi era más que importante, la libertad, muchas veces las Mariposas están vinculadas con ello, cuando tenia seis años y por unas escasas veces se me permitió salir a jugar, siempre me tomaba el trabajo de que sin que se den cuenta ir hacia atrás de la casa, donde había plantas de todo tipo, flores y rosas, siempre me sentaba solo por un largo tiempo esperando que alguna mariposa se pose en mi mano o en mi pierna, me resultaba entretenido.

Pero sobre todo lo que más me atraía era tomar un frasco y cuando esta se sienta confiada en donde se encuentra encerrarla, observarla desde más cerca sin que ella se escape desde un panorama que para mi en ese entonces era como ver una película en 3d, no se me permitía salir mucho más que ir a la escuela, mi padre decía que eramos muy importantes como para codearnos con la gente de la zona, y solo salíamos a cenas con alguna que otra familia amiga que él consideraba a la altura. 

En ese entonces era solo un niño y no podía entender que las mariposas habían sido hechas hermosas y llamativas pero no eran de nadie, nunca se quedaban en el mismo sitio y al mínimo sacudon se iban, eran frágiles y pasaban de por un proceso muy duro, una oruga no es muy agradable de tener en tu mano por que sinceramente es horrible, pero una vez que se convierte en mariposa todos quieren tocarla, algo verdaderamente superficial, yo era una oruga, no importaba mi físico o mi rostro, yo lo era, me sentía en un frasco encerrado reclamando libertad para conseguir mi satisfacción interna, pero que podía hace cuando la gente juzga cada paso que das como si fuera su vida, y mi tatuaje era la representación de eso. 

(...)

Miro a mi derecha del sofá encontrándome con una Beth dormida, sus pies están arriba de este y ¿como no me di cuenta antes?, asquerosa, tomo sus piernas y se las empujó a peso muerto hacia el suelo, haciendo que sus pies golpeen con un impacto duro en este, abre sus ojos sobresaltada y me mira ceñuda, le hago un gesto de indiferencia con la cabeza y me dispongo a poner mi atención en la televisión.

-Harry. -Me llama tranquilamente.

-¿Si?.

-¿Puedo ver tu tatuaje?, desde que lo hiciste no pude verlo.

Me rió lentamente y la miro irónico.

-Debe ser por que no quise enseñártelo.

Bufa y me saca la lengua infantilmente.

-Cuando me saque el film y la gasa voy a mostrártelo. 

Asiente con la cabeza y me mira pensativa.

-Quiero hacerme uno, estaba pensando en unas estrellas en el hombro, una delfín o algo así.

-¿Unas estrellas?, no te hagas algo solo para que quede bien con tu estética si realmente no tiene un significado, luego vas a arrepentirte. -Le digo mordaz.

-¿Recuerdas lo que decía tu mama de las rosas cuando eramos pequeños?.

Le asiento con la cabeza y sonrió recordando la imagen de mi madre hablándonos en su jardín. 

COWARD HELL. ||Larry Stylinson||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora