COWARD HELL. ||Larry Stylinson||

CAPITULO 24 "Incógnito"

"No puedes verlo, no puedes tocarlo, llega de de improvisto y ataca de cualquier manera siempre rindiendo a su oponente, es una fiel batalla entre lo dulce y lo enfermizo"

X**

Levanto mis brazos y sostengo la capucha de mi campera moldeándola por sobre mi cabeza, él esta ahí, su paso es apresurado así que obligo a mis pies a ir mas rápido, mis zapatos están sucios, sucios, están muy sucios, al igual que las mangas de mi campera, a él no voy a gustarle así, de todas formas nunca te mira, me reclama si subconsciente, no sabe de ti, nunca te mira, nunca, nunca, nunca.

Golpeo con la palma de mi cabeza repetidas veces, estas desequilibrada, estas mal, pero a él tal vez le guste así. Su saco caro es lo único que puedo ver desde atrás, y su pelo, su largo pelo siendo azotado por el viento como una danza sublime, tan sublime como él, ¿que se sentirá tocarlo?, seguramente como una fina tela, como la seda, un tacto tan placentero a mis dedos, quiero tocarlo, quiero que voltee,  quiero ver una vez más esas pequeñas esferas verdes que pueden hacer temblar mi mundo, ¿hace cuanto no había visto sus ojos de frente?, ¿un año?, o tal vez dos, cuando abrió para mi la puerta de ese fino restaurante y estaba retirándose, ¿alguna vez tuve un contacto con su piel?, un suave roce de sus manos que anestesie cualquier deseo de tocarlo en mi interior, nunca, solo choqué su hombro apropósito para llamar su atención, pero nunca volteo, nunca lo hace, el no va a fijarse en ti, no lo hará. 

Era perfecto, nada podía compararse a él, desde los hoyuelos en su mejilla cada vez que sonreía, hasta sus botas marrones, las que había estado usando todos los días a lo largo de este mes, los pocos tatuajes que tenia en su brazo eran una porción que lo hacia ver cada vez más maravilloso de lo que era, él es perfecto, repito una vez, él va más allá de eso, más allá de todo, él es perfecto si, pero más, él es perfecto, perfecto, perfecto y es mio, lo es, me convenzo a mi misma, no importa si no sabe de mi, él lo es, mio, mio, mio, siempre iba a serlo. Por que ¿quien viajo a otra ciudad por él sin dudarlo dos veces?, ¿quien soportaba a la asquerosa de su amiga Elisabeth siempre a su alrededor como una maldita mosca que deseas tanto aplastar con tus manos?, ¿quien llevaba años tras él sin importar nada, en la oscuridad de una realidad esperando a ser iluminada?, ¿quien lo amaba tanto que era capaz de hacer cualquier cosa por que continué siendo de su propiedad?, yo, yo había estado ahí desde sus dieciséis años, yo, si.

Él no lo sabia, pero iba a saberlo pronto, no me importaba la inmunda de Elisabeth, no me importaba deshacerme de ella, por que había dejado de ser un estorbo, la muy inútil era el foco de atención de los puños de su cruel novio, y era una situación controlada por reloj de arena para que todo explote y ella no sea más que un cuerpo con ausencia de vida, bajo tierra, siendo él alimento de los gusanos.

Ella dice amar a Harry, pero de una manera amistosa, pero nadie puede amarlo de ninguna manera, solo yo, por que él es tuyo, me repite mi cabeza y asiento dándole la razón, mio.

Llevaba días sin comer, pero no podía darme ese lujo, estaba ahorrando, tal vez a él con un lindo vestido y unos zapatos con taco, caros, podría gustarle, tal vez a él así le llames la atención, si.

Pero muchas personas, y muchas situaciones se hacían presentes en su nueva vida, y debía apurarme, debía integrarme en ella de alguna manera por que no quieres perderlo, no, no.

Desde que bajo de su auto no ha dejado de caminar, y mis pies duelen, y mis bolsillos también, pagar un taxi para seguir su auto fue caro, muy caro, y yo quiero mi vestido, quiero mis zapatos, lo quiero a él, y debía dejar de malgastar el dinero.