RelationshiT / Mariostián

Cap. 3 La fiesta

-Viernes a las 8:00pm en mi casa.

-Daniel, no tengo ánimos en verdad...

-No te pregunte como te sentías, 8pm se puntual ¿Caballero?

-Caballero.

Daniel Patiño, amigo de Sebastián. "Paisa" le dicen sus amigos. Ese fin de semana haría una fiesta en su casa para festejar su cumpleaños y había comprometido a Sebastián a ir aunque no quisiera pues Caballero era una clase de juramento entre ellos. No tenía ánimos de salir a ningún lado, se sentía tan mal por haber dejado a Mario afuera de su casa sin decir alguna palabra. –Soy gay- era la única frase que sonaba en su cabeza, a él en realidad no le molestaba tener algún amigo gay, él tenía amigos homosexuales, sus mismas mamás lo eran, simplemente no supo que decir o hacer.

...

Hace 4 horas que había dejado a Mario afuera de su casa y la carita de miedo que ponía el chico cuando Sebastián se fue, era algo que el menor no sacaba de su mente –Soy un idiota- se decía mil veces a sí mismo.

-Sebastián, ¿no vas a cenar? –dijo su mamá entrando a la habitación del joven.

-No tengo hambre, gracias-contesto sin voltear a verla.

-¿Cómo así? Tú siempre tienes hambre, podrías comerte una vaca si fuera posible – Y era verdad, el apetito de este joven era feroz comida unas 7 veces al día -¿Qué pasa hijo?

-Juana y yo terminamos- esa no era su real preocupación -ella fue a pizza's cubo donde comía con Mario y me hizo un mega show nivel Juana Martínez en sus días.

-Hijo, todo lo que comienza mal, termina mal. Esa chica nunca me gusto para ti- ninguna chica en realidad le gustaba para Sebastián –Llegara alguien mejor.

-Espero- dijo haciendo una mueca –Mamá... ¿Recuerdas bien a Mario? Chaparrito, ojos grandotes...

-Si lo recuerdo, ayer estuvo aquí en la casa, es tu nuevo amigo.

-Es gay– se lo conto a su mamá en busca de un consejo –hoy cuando regresamos y lo deje afuera de su casa me lo confeso y no supe que decir, lo deje parado afuera de su casa. No sé qué hacer ahora – Agacho la mirada con mucho arrepentimiento –No quiero que piense que lo odio.

-Sebastián usted hace las cosas con los pies, imagine que es usted quien llega a un lugar nuevo, le confiesa a la única persona que conoce ahí un gran secreto y esta persona lo evade... ¿Cómo se sentiría usted? Invítelo a cenar ahora mismo y le pide disculpas –le dio el teléfono para que hiciera la llamada.

...

-No iré, bueno si- los pensamientos de Mario eran todos negativos y daba mil vueltas antes de salir de su casa rumbo a la cena a la que Sebastián lo invito –y si me dice que ya no le vuelva a buscar, Mario eres un imbécil, debes aprender a cerrar tu boca- . Finalmente tomo la primera chamarra que encontró en su habitación y salió de casa con toda la decisión. Toco a puerta un par de veces y un pequeño niño cachetón le abrió la puerta –Buenas noches, ¿se encuentra Sebastián? –Mario que pregunta tan tonta es obvio que se encuentra, hace menos de 10 minutos que colgaron el teléfono.

-Si se encuentra. ¿Tú eres Mario?- pregunto tan amable el pequeño niño.

-S-si soy yo –antes de que pudiera seguir la charla con el pequeño interrumpió la mamá de Sebastián.

-Juan no seas grosero y deja que pase. Adelante Mario, ya casi esta la cena lista, Sebastián está en su habitación –la mamá de Sebastián lo invito a pasar con una hermosa sonrisa, ella era en verdad muy amable con él.