RelationshiT / Mariostián

Cap. 15

La misma invitación había llegado al correo de Sebastián, lo elimino y siguió su día de manera normal. No entendía porque le enviaban con tanta insistencia ese correo, él no era alguien tan importante como para participar en un evento de caridad para fundaciones, además de que su ánimo no era el mejor.

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-Vuelo número 4814 con destino a Monterrey, favor de pasar a la sala c.

-Es hora- decía a si misma Juana, quien viajaría para realizar obras de caridad en hospitales.

La chica se dirigió a la sala en silencio con sus audífonos puestos, no sabía cuándo regresaría, pero tenía que aprovechar cada minuto en ese lugar para terminar su rehabilitación por drogas.

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Un nuevo mensaje en el correo de Sebastián hizo sonar su celular.

-Aggh- gruño el chico al ver que el correo era nuevamente la invitación a ese evento de caridad.

Lo elimino sin pensarlo dos veces. Está pensando seriamente en bloquear esa cuenta para no recibir más mensajes de ellos, pero eso implicaría leer el mensaje para buscar el correo del que lo enviaban y le daba mucha pereza hacer eso.

Tenía un llamado especial para una entrevista con la televisora local, se alistaba para lucir presentable no le importaba lucir bien, no tenía motivación para eso. Salió tan pronto pudo del departamento y se dirigió al lugar.

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Parte de la rehabilitación de Juana era visitar a personas en estado de coma, ella les leía o simplemente les conversaba, aunque muchos médicos aseguraban ellos no escuchaban nada ella aseguraba que si lo hacían y que eso podía ayudar a su recuperación.

Juana llego al hospital San José, donde la mayoría de las personas que allí permanecían estaban en coma y sus familiares no había aparecido, parecía un buen lugar para terminar su rehabilitación a ella le hacía bien estar con este tipo de personas, ella creía que no se recuperaban porque se sentía solos y abandonados, el sentir la presencia de alguien los hacia felices.

-Habitación 208- decía la enfermera entregando un expediente a Juana.

-¿Cuál es el nombre del paciente?- cuestiono la joven al no ver el dato en el expediente.

-No se sabe su nombre, el llego aquí hace dos años sin alguna identificación y los familiares jamás aparecieron. No tenemos registros de él.

-Ok- contesto confusa la joven.

Mientras en su mente rodaban muchas preguntas se dirigió a la habitación del joven hasta ahora sin nombre- 205, 206, 207,208...- por alguna extraña razón la chica sintió un nervio que le recorrió el cuerpo, tenía un extraño presentimiento y dudo un poco al abrir la puerta, giro la perilla con lentitud y se adentró al lugar el cual era muy luminoso, tenía una gran ventana por la que entraba el sol en todo su esplendor, el único sonido que pudo escuchar era el de los aparatos del hospital, el paciente se encontraba en una cama al fondo de la habitación, ella se acercó con un poco de miedo, un miedo inexplicable, lentamente se acercó al joven que estaba muy delgado, lo podía notar porque su silueta se dejaba ver bajo las sabanas de aquella cama- ¡Santo Dios!- grito la chica al ver el rostro de aquel joven, en un principio no le parecía familiar, pero tenía tantas facciones que en algún momento vio, no tardo en recordarlo, era Mario.

Juana corrió a la cama para tomar con sus delgadas manos el rostro del joven, algunas lágrimas salieron de sus ojos al verlo en ese estado, tan mal.

Si bien ella no tenía más comunicación con Sebastián y su familia, ella supo de la desaparición de Mario dos años atrás y de todas las supuestas teorías acerca de esto.

Ahora ese paciente tenía un nombre –Mario Andrés Ruiz- pero aun no tenía una familiar que reclamara por la salud del chico.

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-Llegas tarde Sebastián- decía la productora del programa.

-Trafico- en una sola palabra se excusó, sin más que decir entro al foro donde se realizaría el programa donde lo entrevistarían.

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-Doctor yo puedo buscar a la familia, deme un par de semanas y ellos...

-No tenemos un par de semanas. El joven no muestra mejorías y aun estando la familia aquí el no mejorara. El chico será desconectado el día de mañana.

-No pude, yo pagare todo. Solo deje que yo llame a la familia. Le pido una semana.

-Tres días, no más de tres días tiene usted señorita para que alguien venga a ver por el chico. Si en tres días no viene un familiar el será desconectado ¿De acuerdo?

-Maldito –maldijo entre dientes- de acuerdo, pero no quiero sorpresas, no quiero que nadie lo toque.

Una vez dijo eso el doctor encargado de Mario salió de la habitación sin decir más.

Juana se sentó en el sillón junto a la cama del joven, tomo el control del televisor para encenderla mientras pensaba como encontrar a Sebastián o la familia de Mario, hacía más de 2 años que no sabía de ellos, los números que tenía guardados eran viejos y posiblemente alguien más ya los estaría usando.

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-Estaremos al aire en 30 segundos, ¿todos listos?- decía una voz que retumbaba por todo el foro

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Comenzó a cambiar los canales de la televisión mientras buscaba una solución a esta situación.

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-Estamos al aire.

-Hola ¿cómo están todos?- decía la presentadora con entusiasmo

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Juana se detuvo en un programa de la televisora local, le pareció entretenido el programa.

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-Hoy nos acompaña una de las voces más sexys de la radio- una persona del staff aviso a Sebastián que ya casi era hora de salir –su voz ha conquistado a más de una jovencita fan de su programa.

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Juana estuvo por cambiar de canal pero el control cayo de sus manos.

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Sebastián salió al aire y los gritos de la audiencia no se hicieron esperar, eran tan fuertes que no se escuchaba ni la voz de la presentadora.

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Juana se levantó de la silla y se dirigió al televisor para apagarlo pero antes de hacerlo algo la detuvo. Era Sebastián el chico que estaba en la televisora. Ya sabía donde comenzar su búsqueda.