¿Are we still enemies? Lynn Loud.

01

Los últimos tres días habían sido lo mismo, bolsos, cajas y maletas llenas de tus cosas.

Sra. Ellis: ¿Como vas, cielo?—Preguntó tú madre mientras entraba a tu habitación.

Blair: Bien, ya solo me faltan mis juguetes.

Sra. Ellis: ¿Juguetes?—La miraste.—¿Quieres seguir jugando con juguetes?

Blair: Pero mamá, apenas cumplí nueve.

Sra. Ellis: Sh, está bien, llévalos.—Le sonreíste y ella a ti.—Estaré abajo.

Blair: Espera.—Dijiste antes de levantarte y caminar hacia tu madre, quien te miró.—No estoy segura de querer irme...

Sra. Ellis: Cariño, esa es una decisión que tú no puedes tomar. Ya te expliqué que es por el trabajo de tu padre.

Blair: Lo entiendo, pero, ¿y mis amigos, nuestra familia?

Sra. Ellis: Ya habrá tiempo para venir, no nos iremos por siempre. Tienes que ser fuerte, ¿si? Si May te ve triste, también se deprimirá.—Asentiste.—Bien, no olvides encintar las cajas y avísame cuando acabes.

Blair: Si.—Acarició tu mejilla y salió de la habitación para que tú continuases con la última caja que te faltaba, que fue lo que hiciste.

...

May: ¿Blair?—Preguntó la menor mientras entraba a tu habitación, dirigiste tu atención hacia ella con una ligera sonrisa.

Blair: ¿Si?

May: No quiero irme.—Dijo sentándose a tu lado. Tu suspiraste.

Blair: Sé que es difícil, pero tómalo como una aventura, ¿si?

May: ¿Aventura?—Sonreíste.

Blair: Mira, piénsalo así; Nos mudaremos a un lugar que no conocemos, una ciudad enorme. Tenemos muchas cosas por descubrir, muchas aventuras por delante. ¿Te imaginas que allá viva el futuro amor de tu vida?—May fingió vomitar y tú reíste.—Claro, aún eres muy pequeña.

May: Solo eres cuatro años mayor.

Blair: Sigo siendo mayor, May. Pero bueno, ¿ya estás más emocionada por las grandes travesías que nos esperan?—Asintió con una sonrisa que se te contagió.—Perfecto, ahora ve a ayudar a mamá con los arreglos de navidad.

⊹ ‧₊˚ʚ ˖ ⊹ ꕤ ⋆. ˚ . ɞ‧₊˚ ˖

Después de subir todas las cajas en el camión de mudanzas y todas las maletas en el auto, partieron hacia Los Ángeles.

Tu padre manejaba, tu madre iba de copiloto, May había caído dormida por quinta vez, tú te entretenías con un peluche de conejo, tu favorito desde siempre.

Ya habían pasado diez horas, aún faltaban otras seis y más o menos media hora para llegar específicamente a tu nuevo hogar.

Blair: ¿Ya casi llegamos?—Preguntabas cada quince minutos.

Sr. Ellis: Cariño, deja de preguntar, aún faltan unas horas.—Pasaste las manos por tu cara en desesperación.

Eran dieciséis horas desde Washington hasta Los Ángeles, así que para llegar a tiempo, salieron a las 3am, llegando a las 6pm.