PIPER
Después de pasar la mañana entre espíritus de la tormenta, hombres cabra y novios voladores, debería haberme vuelto loca. En cambio, lo único que sentía era miedo.
Está empezando. Como decía el sueño.
Iba en la parte de atrás del carro con Leo y Jason, mientras que el chico calvo, Butch, manejaba las riendas, la chica del látigo, T/n, le daba algunas instrucciones y la chica rubia, Annabeth, ajustaba un instrumento de navegación de bronce. Nos elevamos por encima del Gran Cañón y nos dirigimos al este; el viento gélido traspasaba mi chaqueta. Detrás nuestro se estaban acumulando más nubarrones.
El carro daba bandazos y sacudidas. No tenía cinturones de seguridad y la parte de atrás estaba abierta, me preguntaba si Jason me volvería a atrapar si me caía. Eso había sido lo más inquietante de toda la mañana: no que Jason pudiera volar, sino que me hubiera tomado en brazos pero no se acordara de quién era.
Durante todo el semestre, había trabajado en nuestra relación, tratando de que Jason me viera como algo más que una amiga. Al final, había conseguido que el muy bobo me besara. Las últimas semanas habían sido las mejores de mi vida. Y luego, tres noches atrás, el sueño lo había arruinado todo: aquella horrible voz que me había dado unas horribles noticias. No se lo había contado a nadie, ni siquiera a Jason.
Y ahora ni él me quedaba. Era como si alguien le hubiera borrado la memoria y yo tuviera que repetir todos los pasos. Tenía ganas de gritar. Jason estaba a mi lado: aquellos ojos de color azul celeste, aquel cabello rubio rapado, aquella bonita cicatriz sobre su labio superior. Su cara era agradable y dulce, pero siempre un poco triste. Miraba fijamente al horizonte sin reparar en mi.
Mientras tanto, Leo estaba fastidiando como siempre.
"¡Qué genial!" Escupió una pluma de pegaso "¿Adónde vamos?"
"A un sitio seguro." contestó T/n. "El único sitio seguro para personas como nosotros. El Campamento Mestizo."
"¿Mestizo?"
Me puse inmediatamente en guardia. Odiaba esa palabra. Me habían llamado mestiza demasiadas veces —medio cherokee, medio blanca—, y nunca como un cumplido.
"¿Es una broma de mal gusto?"
"Se refiere a que somos semidioses." dijo Jason "Medio dioses, medio mortales."
Annabeth miró atrás.
"Parece que sabes mucho, Jason. Sí, se refería a los semidioses. Mi madre es Atenea, la diosa de la sabiduría. El padre de T/n es Ares, el dios de la guerra." De repente entendí porque esa chica me había dado tanto miedo "Butch es hijo de Iris, la diosa del arcoíris."
Leo se atragantó.
"¿Tu madre es la diosa del arcoíris?"
"¿Algún problema?" dijo Butch.
"No, no." contestó Leo "Arcoíris. Muy masculino."
"Butch es nuestro mejor jinete." informó Annabeth "Se lleva muy bien con los pegasos."
"Arcoíris, ponis..." murmuró Leo.
"Te voy a tirar del carro." le advirtió Butch.
"Semidioses..." musité "¿Quieres decir que crees que son...?, ¿que crees que somos...?"
Cayó un relámpago. El carro se sacudió, y Jason gritó:
"¡La rueda izquierda está ardiendo!"
Retrocedí. Efectivamente, la rueda estaba encendida, y llamas blancas lamían el costado del carro.
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ᴇʟ ᴄᴏᴍɪᴇɴᴢᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴘʀᴏғ ᴇᴄɪ́ᴀ
Fanfictionᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ Todo los personajes pertenecen a la saga Los héroes del Olimpo escrita por Rick Riordan, excepto por T/n Todas las historias Saga Percy Jackson y los dioses del Olimpo: Percy Jackson: Ladrón Percy Jackson: Monstruos Percy J...