VII

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PIPER

"¡Jason!"

No paraba de gritar su nombre mientras lo abrazaba, pero prácticamente había perdido la esperanza. Él llevaba dos minutos inconsciente. Su cuerpo humeaba, y tenía los ojos en blanco. Ni siquiera sabía si todavía respiraba.

"Es inútil, niña."

Hera se alzaba por encima nuestro con su sencilla túnica negra y su chal. 

No había visto a la diosa explotar como una bomba nuclear. Afortunadamente, había cerrado los ojos, pero podía ver los efectos secundarios. Todo vestigio del invierno había desaparecido del valle. Tampoco quedaban señales de la batalla. Los monstruos se habían volatilizado. Las ruinas habían vuelto a su estado anterior: seguían siendo ruinas, pero sin señales de haber sido invadidas por una horda de lobos, espíritus de la tormenta y ogros de seis brazos.

Hasta las cazadoras se habían reanimado. La mayoría de ellas esperaban a una distancia respetuosa en el prado, pero Thalia se hallaba arrodillada a mi lado, con la mano posada en la frente de Jason.

Thalia fulminó con la mirada a la diosa.

"Es culpa suya. ¡Has algo!"

"No te dirijas a mí de esa forma, muchacha. Soy la reina..."

"¡Ocúpese de él!"

En los ojos de Hera parpadeaba una gran fuerza.

"Yo le advertí. Nunca habría hecho daño a propósito a este muchacho. Iba a ser mi campeón. Les dije que cerraran los ojos antes de que revelara mi verdadera forma."

"Ejem..." Leo frunció el entrecejo "Su verdadera forma es peligrosa, ¿verdad? Entonces, ¿por qué lo has hecho?"

"¡Desaté mi poder para ayudarlos, tonto!" chilló Hera "Me convertí en energía pura para poder desintegrar a los monstruos, restaurar este sitio y salvar a esas desgraciadas cazadoras del hielo."

"¡Pero los mortales no pueden mirarla con esa forma!" gritó Thalia "¡Lo has matado!"

Leo movió la cabeza, consternado.

"Eso es lo que significaba nuestra profecía. «Y la muerte se desatará con la ira de Hera». Vamos, señora. Eres una diosa. ¡Has vudú! Resucítalo."

Apenas oía la conversación, estaba más centrada en la cara de Jason.

"¡Respira!" anuncié.

"Imposible." dijo Hera "Ojalá fuera verdad, niña, pero ningún mortal ha..."

"Jason." dije, infundiendo al nombre toda mi fuerza de voluntad. No podía perderlo. "Escúchame. Puedes conseguirlo. Vuelve. Vas a estar bien."

No pasó nada. ¿Me había imaginado que respiraba?

"La curación no es un poder de Afrodita." dijo Hera con pesar "Ni siquiera yo puedo solucionarlo, muchacha. Su espíritu mortal..."

"Jason." repetí, y me imaginé que mi voz resonaba a través de la tierra hasta el inframundo "Despierta."

Él dejó escapar un grito ahogado, y sus ojos se abrieron de repente. Por un instante, se vieron inundados de luz: reluciente oro puro. Luego la luz desapareció súbitamente, y sus ojos volvieron a su estado normal.

"¿Qué... qué ha pasado?"

"¡Imposible!" exclamó Hera.

Rodeé a Jason con los brazos hasta que él se quejó.

"Me estás aplastando."

"Lo siento." dije, tan aliviada que me eché a reír mientras me enjugaba una lágrima del ojo.

ᴇʟ ᴄᴏᴍɪᴇɴᴢᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴘʀᴏғ  ᴇᴄɪ́ᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora