Rapidín

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POV RAI

—Vamos.. solo será un momento, no nos vamos a quedar el directo completo allá dentro..— Susurré en su oído mientras la abrazaba frente a las cámaras, llevábamos tres horas en vivo, necesitaba al menos darle un beso. Sentí su cuerpo tensarse al oír mi voz ronca en su oído, y para aumentar sus nervios, decidí morder con suavidad su oreja. Sonreí satisfecha al sentir su mano agarrar la mía con fuerza como advertencia para que parara.

Me separé de ella sonriendo y acomodé mi camisa mientras me levantaba y me dirigía hacia el cuarto "rojo", pero primero abrí la puerta de metal y la cerré para que pareciera que había salido. Me encantaba ponerla nerviosa, siempre que podía hacía algo para ponerla nerviosa. A lo lejos escuché su voz decir:—Chat, volvemos en un momento, vamos a resolver algo con mi abuela.— Hizo lo mismo que yo con la puerta. "Vaya, que buena excusa." Me dije para mis adentros y me quité la camisa. Estaba desesperada, lo acepto.

Unos segundos después entró y se abalanzó sobre mi besándome con deseo y sin una sola pizca de delicadeza. Me lanzó sobre la cama mientras me besaba y abrió mis piernas para colocar su cuerpo entre ellas, mis manos acariciaron su cintura con delicadeza y luego subieron a sus mejillas para profundizar el beso.

No me dejaba hablar, cada vez que trataba volvía a besarme. Mordió mis labios y luego de unos segundos se separó de mi boca, comenzó a bajar poco a poco mi pantalón corto y con su otra mano tocó mis senos con suavidad y agidez.

Suaves jadeos salían de mi boca. —Shh.. las cámaras Rai.. es solo un rapidín, contrólate.— Su voz se encontraba más ronca de lo normal, me encantaba eso. Asentí con calma y cerré los ojos, dejándome llevar por las sensaciones que me regalaban sus manos.

Cuando bajó mi pantalón por completo, lo dejó a un lado y echó mi braga hacia un lado, sin quitármelas, para comenzar a estimularme con dos dedos.

—Alondra..— Mi voz sonó bajita, como si fuese un gemido, pero no podía gemir por que se escucharía allá fuera y sería un escándalo. Observé su sonrisa pícara.. ésta mujer me va a volver loca..

Aumentó los movimientos sobre mi clítoris y dejó mis senos para subir su mano a mi boca, impidiéndome gemir. Cerré mis ojos con fuerza y apreté las sábanas, pude sentir su cuerpo sobre el mío, y momentos después sus besos sobre mi cuello. Se separó un momento y dijo:— Quisiera poder chupar tu cuello en éstos momentos para dejarte un chupón, pero no puedo.. maldita sea..— ¿Por qué su voz estaba tan ronca? Dios, sus dedos estimulándome y su voz estando tan ronca, dos cosas que me volvían loca. Lamió mi cuello con suavidad y chupó sin ejercer presión, luego bajó su cabeza hasta mi brasier dejando un reguero de besos. Segundos después sentí su boca ejercer demasiada succión en alguna parte de mi seno, definitivamente me había marcado.

—Mhm..— Su mano no me dejaba gemir, me estaba desesperando. Dejó mi seno y su mano dejó mi boca para ser remplazada por sus labios, a la vez que sus labios chocaron los míos, dos de sus dedos se introdujeron en lo más profundo de mi vagina, comenzando un patrón lento de adentro hacia fuera. El gemido gutural que pude haber soltado fue asfixiado por sus labios, no me podía concentrar en sus labios gracias al placer que estaba sintiendo.

Poco a poco iba aumentando los movimientos de sus dedos, e iba curvándolos dentro de mi, me estaba volviendo loca con solo hacer eso.. Dios, la deseaba tanto, quería que fuese mía de una vez por todas, pero todavía no me atrevía a dar ese paso.

Sus labios dejaron los míos, permitiéndome articular una frase entre jadeos. —M-mhm.. voy a.. ter..— Volvió a besarme y sus dedos dejaron mi centro, una vez que pasaron unos segundos, dejó de besarme y abrí mis ojos totalmente adormecida. —¿Q..qué haces..?— Dije aún mirándola, ella sonrió, y manteniendo su mirada sobre la mía, chupó los dos dedos. En ese momento sentí mi centro palpitar aún más. —Dios, Alondra, para.— Una sonrisa maliciosa apareció en sus labios.

—Cállate, no nos queda mucho tiempo.— Sus manos agarraron mis piernas y con suma delicadeza las subió sobre sus hombros. "Oh no." Comenzó a quitar mis bragas y cuando lo hizo las dejó a un lado, luego bajó su rostro.

—Alondra, qué haces. Para. No me voy a poder controlar.— Mi voz sonó temblorosa por el miedo que sentía en esos momentos de no poder controlarme. Hizo caso omiso a lo que dije y estampó su cara contra mi centro, haciéndome suspirar de una manera sobrenatural al sentir su lengua recorrer cada centímetro de mi vagina como si lo que estaba lamiendo fuese el mantecado más rico.

Agarré las sábanas con tanta fuerza que mis nudillos se pusieron pálidos por la fuerza ejercida. La sensación de tenerla entre mis piernas en esos momentos, literalmente comiéndome, era magistral. Mis piernas comenzaron a cerrarse poco a poco, pero sus manos retuvieron cualquier tipo de movimiento incorrecto y me obligaron a mantenerlas abiertas.

Mi respiración era totalmente irregular. Ya comenzaba a sentir mis paredes contraerse contra su boca, y mi estómago estaba siendo rellenado por una presión que necesitaba liberar. Segundos después no aguanté más y me corrí en su rostro, ella lamió y chupó todo a su antojo y como último detalle, chupó mi clítoris, y lamió de arriba hacia abajo, prolongando mi orgasmo. Mi pelo estaba hecho un desastre y mi pollina se encontraba pegada a mi frente gracias al sudor. Soltó mis piernas y subió su cuerpo sobre el mío, ella aún seguía vestida y la única prenda que yo tenía era mi brasier.

—¿Te gustó?— Preguntó sonriendo levemente, yo solo asentí como pude, sonriendo, y jalé su camisón con fuerza para bajar su cuerpo y poder besar sus labios, todavía tenía un leve sabor a mis.. flujos..

Se separó de mi casi un minutos después y se salió de encima mío. —Vístete y arréglate, no quiero que vean lo que es mío.— Mordió sus labios e hizo el amague para salir de la habitación, pero volvió a entrar. —Y asegúrate de cubrir el chupón de..— Hizo seña con sus labios hacia mi seno, yo sonreí y asentí. Ella salió de la habitación y oí la puerta de metal sonar.

—Chat, perdonen la tardanza, mi abuela necesitaba ayuda con unas cuentas de dinero y dejé a Rai ayudándola, vuelve ya mismo. Ahora, ¡sigamos en lo que estábamos puñeta!— Oí como puso música y sonreí, sonrojada por lo que acababa de pasar. "¿Cómo puede estar tan tranquila después de..?"

Dejé mi cuerpo caer sobre la cama, había sido increíble.

🐹

Espero que no se sientan incómodos, solo hago esto por diversión, y no seré la primera ni la última en haberlo hecho. Pronto se vienen cositassss.

One Shots | RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora