Auto

4.6K 181 25
                                    

POV RAI

Nos encontrábamos en su auto de camino a dejarme en mi casa. Habíamos estado en directo por 24 horas y ya yo me encontraba muy cansada, por lo tanto le pedí a Alondra que me llevara a mi casa. Tomamos el camino largo por petición mía, ya que quería quedarme con Alondra pero en realidad mi madre me había dicho que regresara ya a la casa. Llevaba más de 2 días fuera de casa.

Dejé de mirar a través del cristal y dirigí mi mirada hacia ella. Quería abrazarla, besarla, que se repitiera lo que había ocurrido después del 24 horas. Esa noche tan mágica en su cuarto.

Tan solo pensar en todo lo que habíamos hecho ese día, me daban nervios nuevamente. Había perdido mi V con ella. Definitivamente era algo que jamás pensé que fuese a ocurrir, pero pasó. Y no me arrepiento de que haya pasado.

En ese mismo instante en el que la estaba observando, ella volteó la mirada un momento y me miró sonriendo, luego volvió la vista al frente.

Necesitaba besarla antes de que me dejara en mi casa, necesitaba una última vez. Me había obsesionado demasiado con ella.

-Alondra, detén el auto.- Dije de la nada, las palabras habían salido solas. Ella me observó con duda en sus ojos.

-¿Por qué? Falta poco, mi amor.- Sonreí por el apodo.

-Solo hazlo, quiero hacer algo rápido.- En unos segundos el auto ya estaba estacionado, nos encontrábamos en esos momentos en una calle poco transitada. Por lo tanto, nadie nos iba a ver. Una o dos personas no importaban. Me quité el cinturón e hice mi mejor esfuerzo por pasarme al asiento del piloto para sentarme encima de ella. Una vez ya encima de ella, coloqué mis manos alrededor de su cuello y dejé un beso en sus labios.

-Te quiero mucho, Alondra.- Ella sonrió y no mostró oposición a que yo estuviera sobre ella. Acerqué mis labios a los de ella, y mordí los suyos con suavidad, alejándome un poco para jalar su labio inferior. Ella me miró sonriente. Colocó sus manos en mi cintura y yo comencé a besarla con amor, con pasión. No había nada a nuestros alrededores, solo estábamos nosotras dos en nuestra única burburja existente, nosotras.

Se sentía tan bien el besar sus labios tan deliciosos, era mi nueva adicción, esos labios tan poposos y rosados.

Introducí mi lengua en su cavidad bucal, al hacer esto el beso comenzó a subir de intensidad. Sus manos bajaron a mis glúteos y comenzaron a acariciar con suaves apretones.

Me separé de sus labios y dirigí mis labios a su cuello, chupando y saboreando su piel. Dejé una última mordida y arqueé mi espalda, echando mi cabeza hacia atrás luego de que su mano subiera a mi cuello y lo agarrara. Su mano se adentró en mi top y comenzó a acariciar mi seno con delicadeza.

-Alo..- Susurré. El ambiente en el auto se estaba comenzando a calentar, mi piel estaba caliente y mi corazón completamente acelerado. Estaba recordando todas las sensaciones nuevas que había sentido aquella noche. Sus gemidos.. sus toques tan tímidos.. la manera en la que me tocó.. Dios, esa noche me había vuelto loca de placer, y quiero que pase lo mismo de nuevo.

Continuó tocándome por un instante más, hasta que sus manos abandonaron ambos lugares y se dirigieron a la palanca para bajar el asiento. Cuando lo bajó, me acomodé mejor y sentí como sus manos se centraban en abrir el cierre de mi pantalón. Una vez hecho, adentró su mano en mi pantie y comenzó a rozar mi clítoris con dos de sus dedos. Comencé a gemir suavemente en su oído, mis manos apretaban sus hombros.

-Lo siento que vaya tan rápido.. se supone que hubiésemos llegado hace diez minutos a tu casa. No quiero que tu madre me mate..- Susurró en mi oído mientras iba adentrando sus dedos dentro de mi, sacándolos con lentitud y volviendo a introducirlos.

-Lo importante es..- Hice una pausa cuando comenzó a hacerlo un poco más rápido, no pude evitar soltar un gemido. -Que me estás.. complaciendo..- Mordí su oreja con poca fuerza y dejé besos en su cuello.

Bajó la velocidad de nuevo. Sabía que me gustaba así, lento. Ella lo estaba disfrutando tanto como yo por mis gemidos, sabía lo mucho que la excitaba a ella el que yo le gimiera al oído.

De pronto, el teléfono comenzó a sonar. Era mi madre.

-Que coñ..- El aumento de velocidad me interrumpió la frase. Dios mío, ¿mami no podía esperar? Dejé que el teléfono siguiera sonando.

🐹

No piensen que me quedé sin ideas, es que ando súper estresada por las clases ya que me queda mes y medio de colegio y termino, y mis notas están horribles. Perdonen la demora, sé que el one shot está horrible.

One Shots | RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora