Herejes (Pt. 1)

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Arte hecho x MAXRO_ART en IG <3

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Arte hecho x MAXRO_ART en IG <3. 

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De todos los lugares donde podrías encontrar consuelo durante la guerra, la casa de Dios era el menor lugar en tu lista. No es que tuvieras elección.

Tu familia desapareció hace mucho tiempo después de que explosiones insospechadas diezmaran tu ciudad, seguidas de constantes tragedias como la pérdida de amigos en el camino, ya sea por manos enemigas y despiadadas o por la enfermedad. Al final, eras sólo tú. Los habías sobrepasado a todos a pesar de tu corta edad. Y ahora vivían hacinados en tus recuerdos.

Feliz, sonrientes y muy vivos. A veces veías caras familiares en cuerpos de extraños. El dolor había anidado lentamente dentro de tu alma y cuando toda esperanza parecía perdida, la capilla te había salvado de lo que seguramente terminaría en tu muerte prematura.

El más negro de las sombras combinaba con el blanco más nítido que jamás hubieras visto, todas estaban vestidas con sus beatíficas túnicas, con cuentas de oración colgando a cada suave paso que daban. Y ahí estaba, la epifanía desplegándose ante tus ojos experimentados por el horror. Era tu llamado.

Todas las respuestas a tus lamentos y a tu corazón dolorido fueron enviadas como ellas. Monjas de la parroquia de Mistbourne. Una iglesia ubicada en las afueras de una Nueva York ahora deteriorada por el conflicto. La iglesia que ahora desempeñaba un papel importante al acoger a la mayor cantidad de personas dentro de sus muros sagrados, antes de que pudieran ser enviadas a un lugar más adecuado.

Sin dudarlo, te habías sumado. Y ahora, seis años después, todavía permanecías con ellos. Los veintitantos se habían adaptado bien a ti como monja. Siempre devota, compasiva y diligente.

Con el paso del tiempo, la ciudad principal fue reconstruida, enterrando su oscura tragedia bajo torres recién construidas, ocultando el dolor bajo la alfombra rugosa llena de casas de concreto y alambre, como si nada hubiera pasado. Como si la guerra nunca la hubiera pisoteado y le hubiera dado una renovación muy necesaria a costa de la vida de las personas.

Pero no importara cuántos cambios trajo el tiempo, la vida en la parroquia de Mistbourne siguió siendo la misma. Intacta por los avances tecnológicos del mundo exterior. Siempre había algo que hacer, por muy sencillo que fuera. Y hasta ahora, estabas satisfecha con ello.

La única alteración digna de mención fue la expansión de la sagrada familia.

Una pareja de nuevas incorporaciones a la plantilla. Más hermanas, el ochenta por ciento de ellas tenían más de cincuenta años. Eras la más joven, y te veían como su hija. Al fin y al cabo algunas hermanas terminaron criándote dentro de la casa.

Y él. El nuevo sacerdote.

El hombre más alto y corpulento que jamás hayas visto. Por mucho que mirar fijamente se considerara grosero y casi un pecado, era inevitable hacerlo cuando sus ojos caoba se posaron sobre ti. Su color era único, como él. Nunca en tu vida habías visto a alguien como él, ni a otro hombre además del carnicero y el guardia. Definitivamente había sido un hombre normal antes de venir aquí.

MIGUELVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora