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Arte por MiuWorm en X
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Las furiosas olas del mar chocaban sobre tu cuerpo, sumergiéndolo en el agua helada e iracunda.
Tuss brazos se movieron, nadando hacia arriba, jadeando por una bocanada de aire muy necesaria tan pronto como alcanzaste la superficie. Al mirar a tu alrededor, tratando de encontrar algo a lo que agarrarse o trepar, el cansancio se arrastraba hasta tus extremidades, al igual que la hipotermia.
Mierda
Tu mente maldecía con cada mala palabra que podía nombrar. ¿Cómo terminó el viaje así? ¿En qué momento las nubes se volvieron tan grises que oscurecieron el cielo, anunciando con fuerte estruendo un aguacero? Todo tardó unos minutos en empeorar.
Estabas allí para hacer un reconocimiento de tierras y ver si podías traer a casa algunas especies nuevas. Sergei Kravinoff, o Kraven El Cazador, fue el líder de tu expedición, toda financiada por un hombre llamado Kingpin.
Tu nombre fue llamado, resonando en la distancia.
—¡¡Aqui!!— Agitaste los brazos en un intento de ser vista y con suerte, los escombros no les entorpecerían la vista para encontrarte.
Nadaste en dirección a la voz, con los dientes castañeteando y el cinturón de herramientas pesado en tus caderas, pero sabías que si los perdías, cualquier posibilidad de conseguir otro se reducirían a 0. Además, Kraven odiaba que el equipo se perdiera, porque no era nada baratos.
Cada movimiento de tus brazos se sentía más pesado, como si te hubieran atado las muñecas con libras de hierro, arrastrándote hacia abajo. Los labios se te pusieron azules y temblaron. El agua salada y fría te empapó, pero no debías rendirte.
Habías luchado para conseguir un lugar en esta expedición y un final patético como ahogarte no era una opción. Viste una tabla de madera flotando cerca.
¡Vamos!
Tus manos se estiraron hacia ella y finalmente lograste mantenerte a flote. Jadeando y temblando, dejando que el frío finalmente penetrara cada poro de tus huesos. Los pies habían comenzado a adormecerse, la respiración entrecortada se volvió laboriosa.
Una vez más alguien te llamó, esta vez reconociste la voz. Peter, el otro nerd según Kraven. Ustedes dos fueron los seleccionados para ser los científicos que llevaría a Kraven a una victoria segura en Nueva York.
Desde que Norman Osborn y Otto Octavius descubrieron nuevas especies de arañas y reptiles, todos los proclamaban genios adelantados a su tiempo, dejando atrás la caza.
Kraven estaba decidido a conseguir una nueva especie o algo parecido para recuperar su desolada gloria. Se negaba a ser olvidado. Pero todo apuntaba a que la isla en la que estaban ahora tenía mente propia. Como impidiendo que nadie pudiera profundizar más en sus secretos.
