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-Me sorprendes Emy- kira la miro- si ese empeño lo pusieras en estudiar

-Hay cállate kira me caes mal- La ignoro y continuó- espero que esto te ayude Mely.

-Estoy sorprendida por todo lo que dices de ellos, pero lo ideal sería no acercarme a ellos, por que si lo hago la atención de más de uno estará sobre mi y no me gustaría.

-Ella tiene razon- argumento kira- Estar cerca de ellos te traerá problemas.

-Eso lo se pero no se como me voy a quitar de encima a Noha- realmente el me desesperaba mucho.

Una hora después ya me encontraba en el bar donde trabaja hace más de un mes al entrar vi a Ania en el barra ella era la barman y en cuanto me vio me saludo.

-Hola hermosa- Me sonrió- llegas temprano.

- Hola guapa sabes que me gusta llegar antes para ayudarte.

-Si lose, eres muy linda pero primero ve y cámbiate.

Yo asentí y me diriji al cuarto donde estaban los casilleros, no me gustaba mucho el uniforme, constaba de una falda negra de vinipiel en corte A muy corta y pegada al cuerpo, junto con unas medias negras y una blusa con un escote muy pronunciado y valla que hacia remarcar mucho mis curvas, mis senos eran grandes y con ese escote se veian más grandes de lo habitual.

Pero el lado bueno era que nuestra jefa tenia una regla en este bar y no se le permitía a nadie tocar a las meseras y para eso tenía a varios chicos de seguridad que eran muy amables con nosotras en especial Alex era un chico enorme y musculoso que daba miedo pero ya que lo conocías era como un cachorro.

Termine de alistarme y salí para ver que era lo que necesitaba Ania pero ella en cuanto me vio se le abrieron tanto los ojos que pensé que se le saldrían, era una expresión que hacía cada que me veía con el uniforme.

-Valla tu serias la perdición de cualquier hombre o mujer- Me guiño un ojo- te ves muy linda.

-Porfavor no digas eso- Me acerque a la barra- sabes que me da pena estar vestida así.

-No tendría por qué darte pena- se acercó a mi- debes entender que con ese cuerpo eres una maldita diosa, así que anímate y ve por unas botellas ya comenzó a llegar la gente.

Le dedique una sonrisa y me diriji a la bodega a traer lo que hacía falta y comenzamos la noche, entre semana casi no había gente así que no era tan pesado, nos repartimos las mesas entre las chicas y yo, estuve atendiendo con normalidad y ya había ubicado a un cliente que podría darnos problemas esta noche.

Kira me pidió que sacara unas bolsas al contenedor y en cuanto salí tres carros se estacionaron, tenían que ser algunos tipos creídos y mimados por las marcas de sus autos, eran los típicos ricos que se ahogaban en dinero, entre sin darle importa.

Y justo esos tres tipos se sentaron en una de mis mesas, debo admitir que son muy guapos sin duda alguna la gente de este lugar tenía muy buenos genes.

-Hola buenas noches que les puedo ofrecer para tomar- dije con una sonrisa y mirándolos a los tres.

-Hola eres nueva aquí verdad- Me pregunto el chico de ojos celestes.

La Luna de los Lobos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora