Presente I

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"A broken heart is all that's left
-I'm afraid of all I am, my mind feels like a foreign land, silence ringing inside my head.
-I've spent all of the love I saved, we were always a losing game.
-all I know loving you is a losing game.
-giving up didn't take a lot, I saw the end 'fore it begum.
-Duncan Laurence.
-Arcade.

Las cosas se habían salido de control, cada día se volvió un infierno para él, a pesar de fingir demencia, le seguía doliendo la indiferencia de Jack Conway hacia él..

Un día, ambos explotaron.

Los sentimientos que guardaban no soportaron la presión del océano y se partieron en miles de pedazos.

Conway, a pesar de todo lo que dijo, lo miro con sus oscuros y fríos ojos;

"¡No debiste nacer, Mattias!"

Esas fueron las palabras que hicieron que su vaso de agua se derramará. Ya lo sabía, claro que lo sabía, ¿según él tuvo una vida feliz y plena? Tonterías.

Huyó.

Corrió lejos de ahí como el cobarde que era, como el cobarde que él creía ser.

Esa frase quedó en su mente, luego de golpes, insultos y balas de por medio, él terminó diciendo esa mierda.

Todo había empezado con un secuestro, le habían secuestrado, no era nada que lo asustara, golpes, insultos, nada a lo que no estuviera acostumbrado.

Su motivo era hacerle daño a Jack Conway, se río como un loco cuando se lo dijeron.

"-Secuestraron a la persona equivocada"

Sus palabras fueron ciertas, ellos se habían enterado que era hijo del superintendente, y por ese simple hecho habían pensado que ese hombre movería cielo, mar y tierra por él.

Ilusos.

Conway no llego.

Pasaron tres días, tuvo que recurrir a métodos de los cuales no estaba orgulloso.

Pero esa voz en su mente se desesperaba por ayudarlo, podía sentirlo.

Dejo que él se encargará, como siempre lo hacía cuando sentía que tocaba fondo.

Pogo fue el único que acudió a su ayuda.

Asesino a todos en esa bodega.

Pogo le devolvió el control cuando solo quedó él líder, "El calabera" se hacía llamar.

"-Tengo su sangre, pero no su amor."

El hombre vestido de negro se había quedado en blanco frente a él, sin poder procesar aquella información, su mafia estaba desecha, y no saldría de ahí con vida.

Apretó el gatillo sin siquiera parpadear.

Las sirenas policiales lo alertaron, cuando entraron al galeron, se permitió sonreír.

Volkov corría hacía él, Michelle lo miraba con un alivio indescriptible, Filadelfo lloraba e Isidoro gritaba su nombre con euforia, diciendo incoherencias como que era el putisimo amo.

Le dolió hasta el cabello de las pestañas cuando Viktor lo abrazo, despegando sus pies del suelo, le costó corresponder por todas sus heridas, pero lo hizo, dejó caer algunas lágrimas escondido en el cuello de Viktor. Acostumbrado a llorar entre sus brazos.

Los brazos de Michelle los rodearon, sabía que el corazón de ella había colgado de un hilo cuando desapareció, él sabía cuánto ella lo amaba.

Filadelfo se abalanzó hacia ellos, Isidoro soltó lágrimas mientras los derribaba de un abrazo.

《Así es la vida》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora