Presente II

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"-You know, i've always been collected, calm and chill.
-For you.
-I'd go, step a dude much bigger than me.
-For you.
-I would get beat to smithereens.
-Smithereens.
-Twenty one pilots.

[Gustabo García]

La comodidad era inquietante para él, era una sensación extraña y muy rara, casi llegaba a asustarlo, pero estar ahí, al lado de Viktor Volkov, era casi tan tranquilizador como estar entre los brazos de su madre adoptiva.

Michelle le transmitía la misma sensación de relajación que Viktor y aquello era desconcertante, pues ni siquiera Horacio había logrado eso.

Sonrió de lado, observando como negociaba en aquel atraco, era un experto en lo hacía, se regaño mentalmente por distraerse viendo la gran espalda del comisario, negó para luego darle órdenes a los alumnos, al tener experiencia en el campo, había sido ascendido a Inspector Jefe, le parecía poco para lo que había trabajado pero mantuvo su boca callada.

Luego de ser abrazado por Volkov lo que se sintió una eternidad, el comisario dejó que los demás se acercaran, alejándose levemente de la escena.

Casi quiso retenerlo en sus brazos, pero se obligó a dejarlo ir, lo había extrañado más de lo que quisiera admitir, más se negaba a decirlo en voz alta.

Gordon lo había abrazado y llenado de preguntas y besos por su rostro mientras decía incoherencias, como que lo amaba y que no volviera a irse.

La incomodidad era notable, no soportaba mucho el contacto físico, pero se sintió confundido, pues entre los brazos de volkov no sintió la necesidad de alejarse, y fue ahí cuando su preocupación creció.

Luego de su calurosa bienvenida, notaba la ansiedad del Ruso por acercarse nuevamente, lo cual causó un sentimiento que no conocía a flote, empezaba a molestarse.

No le gustaba para nada eso, el ruso le hacía sentir extraño, le hacía experimentar sensaciones y sentimientos que jamás en su vida había sentido, y aquello lograba desestabilizarlo, creía que todo eso se había acabado tiempo atrás, pero al estar de regreso, y verlo nuevamente, se dio cuenta que sólo había ignorado los sentimientos en su interior.

Sentimientos que aún no podía describir.

Pudo sentir la sincera alegría de sus cercanos, como lo miraban con tanta ilusión que lo hicieron sentirse incómodo, no creía que ese fuese su efecto en las personas, pero ahí estaba Filadelfo, brincando y gritando que su "padre" había vuelto, río a carcajadas con sus ocurrencias.

Los había extrañado.

Había extrañado los "te quiero tete" del subnormal de Isidoro.

Las peleas con Gordon.

Las muestras de cariño del ahora oficial segundo de Filadelfo.

En su interior, los había extrañado a todos.

Y aunque lo negara con todas sus fuerzas, muy en el fondo de su ser, quería saber si al inspector jefe Horacio le había extrañado aunque sea un poco.

La persecución fue exitosa y después de cuatro años, pudo volver a escuchar la risa ronca del comisario a su lado, quien reía de las estupideces que hablaba, se sintió feliz de tenerlo cerca.

Llegaba incluso a preocuparle, aún sabiendo que el ruso era el doble de su tamaño y probablemente lo sobrepasaba tres veces en fuerza, aún así, para él era como un pequeño gatito mimado, lo cual lo hacía querer acariciarlo y cuidarlo siempre.

《Así es la vida》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora