Nueva Orleans 2027
La iglesia ST Anne estaba sumida en la penumbra de la noche bajo la presencia de las estrellas. La luna estaba oculta por las nubes de tormenta y la lluvia caía incesantemente por toda la ciudad. En ese instante pasaba por allí un elegante carruaje tirado por caballos negros. El conductor apresuraba a los caballos, tratando de resguardarse lo más pronto posible de el clima tormentoso. Para los humanos era una simple tormenta y que con el tiempo desaparecería pero para las criaturas sobrenaturales que se escondían a plena vista era algo más que eso. Esto era lo que los Ancestros le habían mostrado a las brujas del barrio francés y solo era el comienzo. Pronto, si no hacían algo al respecto no quedaría más que cenizas y la ciudad que muchos llamaban hogar sería consumida por el fuego, sin mencionar que las brujas perderían sus poderes, lo único que las protegía contra los vampiros y las otras criaturas que amenazaban con recuperar el control de la ciudad.
Dentro, la iglesia estaba iluminada por la fina luz de las velas y empapada por el calor abrasador del fuego. Desde allí se podía escuchar el soplido del viento rodear toda la ciudad. Un relámpago estalló en el cielo, estremeciendo todo el lugar. Frente al altar el líder de un grupo de discípulos estaba de rodillas juntando las manos mientras recitaba un tipo de hechizo y a su atrás el resto de los acólitos uniéndose a él.
"Lictus sacrificus vertius mortis" Repitió una y otra vez, levantando la voz como si estuviese en trance.
Luego se puso de pie y tomó el puñal que estaba en el altar alrededor de las velas—"Traigan a la humana" Su voz reverberó a lo largo de toda la iglesia. El cántico se detuvo y las puertas se abrieron de golpe. Dos vampiros que le servían al aquelarre se abrieron paso mientras sostenían a una chica de cabello rubio y ojos azules como el océano.
—"¡No, dejadme ir por favor! Solo estaba rezando, no estaba haciendo nada malo. Le estaba prometiendo lealtad a mi dios. Soy la hija del sacerdote supremo, él tiene muchos contactos y dinero, mucho dinero. Podrían negociar con él a cambio de mi libertad"— La chica chilló mientras la llevaban al altar—"¡No!".
—"¡Deja de hablar! No queremos el dinero sucio de tu padre. Te necesitamos a ti para traer a nuestra maestra de regreso a este mundo, a nuestra diosa"—.
—"¿Qué? ¡No!"—La chica entró en pánico, observando a la multitud de personas que la miraban fijamente.
"Aquí está, señor. Una chica humana como lo pidió" Le dijo el vampiro mientras el otro la lanzaba al suelo a los pies del brujo.
El corazón de la humana se aceleró—"¿Humana? ¿Acaso que sois ustedes?"—.
"Eso no es importante ahora. Lo que importa es que te necesitamos".
—"Tengo que salir de aquí. Estáis dementes. Llamaré a mi padre y los enviará a prisión" Se puso de pie tratando de escapar de allí. No tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando. ¿Qué podrían querer con ella esta gente extraña? Ella solo le rezó a su dios para que la salvara de esto y la enviara de regreso a casa con su familia. Su padre le había advertido que no se quedara hasta tarde rezando en la iglesia. Este lugar estaba manchado de sangre de gente inocente. La gente rumoreaba muchas cosas acerca de la iglesia. Solían decir que estaba maldita. Con tan solo entrar aquí se podía sentir una sensación rara pero ella creía todo lo contrario, para ella este lugar era lo más cerca que se podía sentir de su dios. Mucha gente comentaba que el hijo del antiguo sacerdote había perdido la cabeza, se suicidó y con él se llevó a la gente de la iglesia. Otros decían que las brujas lo habían maldecido como una venganza contra el antiguo sacerdote. El chico tenía una hermana gemela, la cual había jurado descubrir qué le había pasado a su hermano. Escuchó que había perdido la cabeza al igual que su gemelo. Todo el linaje O'Connell borrado de la existencia. Nadie realmente supo qué había ocurrido realmente con ellos y el sacerdote, Kieran así es como se llamaba, murió aquí en esta misma iglesia por razones desconocidas. Solo había escuchado rumores acerca de la familia que la muerte perseguía. De tan solo pensarlo se le ponían los pelos de punta y ahora aquí estaba frente a un grupo de lunáticos que querían sacrificarla.
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El Legado de Hope Mikaelson: Las Crónicas De Los Originales
FanfictionHope Mikaelson proviene de una de las familias más poderosas que alguna vez hayan pisado la tierra: los Mikaelson. Su padre Niklaus Mikaelson, el todo poderoso híbrido y su madre Hayley de la manada de los media luna. Heredó la capacidad de practica...