Los ángeles de piedra se levantaban en lo alto de los Mausoleos, que en su interior honraban la memoria de brujas que ahora formaban parte del reino ancestral. Sus alas se desplegaban majestuosamente detrás de sus espaldas y en sus cabezas llevaban cascos. En sus manos empuñaban espadas colocadas la una contra la otra como si estuviesen inmersos en una batalla celestial mientras la fina luz de la luna llena se proyectaba en las hojas de ambas espadas que blandían. La mirada de Freya se quedó perdida hacia las estatuas angelicales que parecían custodiar la entrada de la Ciudad de los Muertos. Ella pensó en ellos como guerreros, dispuestos a proteger toda la magia que yacía en este reino ancestral, la magia que había estado atada al suelo de Nueva Orleans por siglos y que ahora estaba en peligro de perderse para siempre si no restauraban el vínculo y consagraban el poder de Hope con los Ancestros para toda la eternidad. Una vez que eso pasara no habría vuelta atrás. De alguna forma las brujas estaban convencidas que una vez que el espíritu de su querida sobrina, a la que había jurado proteger por y para siempre, se adentrara en el plano de las brujas muertas no podría recuperarla. Entonces, ¿qué se suponía que debía hacer? Simplemente permitir que Hope Mikaelson, a la que todas las facciones sobrenaturales querían ver muerta, fuese sacrificada en un altar de sangre para restaurar un antiguo vínculo que ataba a los vivos con los muertos, alimentando su magia. Si lanzaban ese hechizo la destruirían y ni siquiera en la muerte encontraría paz. La verdad sería todo lo contrario, su poder restablecería el vínculo que tantas molestias los Ancestros se habían tomado por restaurar y las brujas usarían ese mismo poder para recuperar su hogar, para terminar con la guerra que se había gestado entre su especie y la de los vampiros por siglos. Resultaba que ella quería paz pero esta no era la manera. Las brujas de Nueva Orleans habían odiado a su familia desde el minuto que habían llegado a la ciudad. ¿Era justo que Hope muriera sólo para darle más poder a las mismas brujas que no habían hecho más que causar muerte y destrucción en la ciudad con tal de asegurarse que la profecía no se cumpliera y fuese la perdición de Nueva Orleans, las mismas brujas que aborrecían a los Mikaelson con cada fibra de su ser? La respuesta era un simple no. Si lograba salvar a Hope y detener el sacrificio la sacaría de Nueva Orleans, la ocultaría bajo millones de hechizos que ni siquiera los Ancestros podrían romper, estarían fuera de su alcance, nada ni nada volvería a amenazar su vida en un intento de volverse más fuerte. Honraría la promesa que le había hecho a Klaus.
"Freya, hubo un tiempo en el que te consideré una extraña, una enemiga pero ahora eres mi hermana y confío en ti. Quiero que me prometas algo".
Freya sostuvo las manos de Niklaus, las sentía fría en las de ella. Asintió mientras las lágrimas descendían por sus mejillas"Por supuesto, Niklaus. Eres mi hermano. Haría lo que fuera por ti".
Klaus le sonrió y se limpió las lágrimas de los ojos"Esta cosa, The Hollow, no se detendrá hasta que obtenga lo que quiere, incluso si eso significa que tenga que matarnos a todos para que su poder tenga acceso al de Hope. Apesar de que Elijah y Rebekah, incluso Hope se nieguen a aceptarlo la única forma de terminar con esto, de terminar con El Vacío es clavarme la estaca de roble blanco, quitarme la vida. Una vez que eso pase el poder del espíritu maligno que bailotea en mi interior se irá para siempre. Sólo así todos estaréis a salvo de su maldad. Ha venido a por mi hija antes y estoy seguro que lo volverá a hacer. Sé que eres obstinada, Freya"—Le dijo mientras le acariciaba un mechón de su cabello dorado—"Pero esta es la única salida".
Freya no pudo contener el llanto—"Klaus...¿Estás seguro que esa es la única salida? Podría buscar otra forma para detener el poder de El Vacío. Mi collar está destruido pero con los ingredientes adecuados puedo arreglarlo. Usaré un hechizo para atrapar el poder de Inadu y luego cuando encontremos una solución permanente nos podemos despedir de esta pesadilla. Hemos perdido mucho. Hope más que nadie. Su madre murió y ella se culpa por eso. No puede perder también a su padre, a ti. Si lo hace se desmoronará. Un dolor tan insoportable se apoderará de ella que no lo superará. Su poder se descontrolará y luego se perderá en la oscuridad. Te necesita a ti, Niklaus. Eres su luz en un cielo sin estrellas al igual que ella es la tuya. Podemos encontrar otra forma. Te lo aseguro, hermano. Tiene que haber una manera en la que todos podamos obtener lo que queremos. ¿Qué hay de Vincent? Conoce el poder de El Vacío más que nadie. Quizás él nos pueda ayudar a encontrar una especie de laguna para frenarla. Tal vez podamos atraparla en el reino ancestral...".
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El Legado de Hope Mikaelson: Las Crónicas De Los Originales
FanfictionHope Mikaelson proviene de una de las familias más poderosas que alguna vez hayan pisado la tierra: los Mikaelson. Su padre Niklaus Mikaelson, el todo poderoso híbrido y su madre Hayley de la manada de los media luna. Heredó la capacidad de practica...