Primero hubo luz y después oscuridad. Los primeros rayos del sol se reflejaban en la Ciudad de Nueva Orleans, pintando el cielo mañanero de un color opaco mientras las nubes se disipaban. Las calles estaban vacías a tan temprana hora del día, iluminadas por los faroles que cubrían cada esquina. Aún se podía percibir el olor a humedad en el aire, la tormenta había amenazado con llevarse a el barrio francés de por medio y destruir todo a su paso. La gente incluso llegó a pensar que una maldición había descendido a la ciudad pero en realidad no tenían ni idea de lo que se aproximaba o de la existencia de un mundo sobrenatural donde las tres facciones luchaban por el control de Nueva Orleans. Su patrimonio estaba atado a este lugar y era su trabajo preservar ese legado. Por una parte las brujas estaban empeñadas en sacrificar a una de las más poderosas que llamaba a esta ciudad hogar para restaurar el vínculo con sus ancestros y así tener el poder para destruir a sus enemigos. Temían que si dejaban vivir a Hope la profecía que tantos problemas les había causado se cumpliera. Habían visto toda la ciudad arder como Troya en esas historias de mitología que la gente solía cantar en la antigüedad. Estas criaturas acataban cualquier orden que los ancestros demandaran como si fuesen deidades incluso si eso implicaba sacrificar a una niña, aunque poderosa inocente, en un altar de sangre para alimentar la magia ancestral. Los lobos, desde la muerte de Hayley, su alfa, permanecían escondidos en el pantano, lejos de la civilización sin un líder y sin ningún propósito, esperando que un día llegara alguien lo suficientemente capaz para guiarlos. Se suponía que Hope, la última Labonair tomaría ese mandato y seguiría los pasos de su madre pero nada de eso sucedió. En verdad se preguntaban si ella sería capaz de tener una carga tan pesada sobre sus hombros, después de todo era solo una niña que quedó huérfana en cuestiones de nada. Su madre había dado su vida para detener a una facción de vampiros que aborrecían a los de su clase y su padre, el gran y temido Niklaus Mikaelson se sacrificó para salvarla de El Vacío, una bruja que no había hecho nada más que atormentar a su familia. Tras todo ese dolor y los sacrificios que su familia tuvo que hacer para salvarla Hope decidió alejarse lo más rápido posible de Nueva Orleans y de las brujas psicópatas que le habían declarado la guerra a su familia. A pesar de que provenía de la nobleza, un linaje de sangre extendido a lo largo de las generaciones los lobos creían que debido a su naturaleza híbrida no era de los suyos. Hope no era solo un lobo, había nacido con sangre de vampiro en su organismo y había heredado la habilidad de practicar magia de su abuela Esther, quien prácticamente inventó la magia oscura y era una de las brujas más temidas a lo largo de los siglos. Aún al escuchar su nombre la comunidad sobrenatural temblaba de miedo. Algunos temían que pudiera provocar una rebelión entre ambas facciones. Durante siglos, habían sido cazados por los vampiros, sintiéndose como una especie inferior a pesar de que tenían una manada, incapaz de transformarse a voluntad, en cambio eran esclavos de la luna llena, no podían controlar a la bestia en su interior, incluso maldecidos por las brujas que se habían vuelto en su contra, las cuales alguna vez habían convivido en paz con ellos hasta que los vampiros llegaron a esta tierra como una plaga. Las cosas habían parecido ir mejor cuando finalmente fueron aceptados en la ciudad como una facción más debido al mito de unificación, un rito celebrado por Hayley y Jackson, quienes se unieron en matrimonio para honrar los votos. Ese día todos los lobos que estuvieron allí presente adquirieron místicamente la única habilidad de Hayley: controlar su forma de lobo. Al ser un híbrido además de Klaus, mitad vampiro, mitad hombre lobo podría transformarse en cualquier momento y además no necesitaba de un anillo de la luz del día para evitar quemarse en el sol. Después de eso las criaturas marcaron su territorio en la ciudad, liderados por Hayley y por Jackson finalmente habían encontrado su propósito como facción. Por una vez tenían el poder para enfrentarse a los vampiros e incluso a las molestas brujas. Eran más rápidos, más fuertes, no podían ser fácilmente sometidos por sus adversarios. Tras la muerte de Hayley Marshall el ritual había sido revocado y los lobos se vieron obligados a transformarse cada luna llena, soportando el dolor de romper todos los huesos de su cuerpo. Las brujas aunque estaban perdiendo su magia desde que el vínculo con sus ancestros se había roto usaron cada gota de poder que tenían para exiliarlos y de no hacerlo los hechizarían. Una vez más habían sido sometidos y amenazados. Ahora con el regreso de Hope algunos esperaban que tomara el lugar que le corresponde como alfa de la manada y otros se negaban, temían incluso de lo que podría llegar a ser capaz si la dejaban tomar el liderazgo. Sabían sobre la profecía y que de una forma u otra se cumpliría. Ella era una Labonair pero también una Mikaelson y ser parte de esa familia conllevaba un alto precio. Todos estaban malditos y rotos. Quizás Hope sería quien acabaría con la interminable guerra y siglos de odio mutuo entre las tres facciones. En lugar de ser temida por lo que representaba su poder podría ser usado para construir una alianza y unir a la comunidad sobrenatural de una ves por todas. La naturaleza tal vez la había creado para que fuese una ofrenda de paz. Aún así las voces discrepaban. En cualquier momento ya fuese por accidente o por intención su sangre podría engendrar vampiros, creando su propia línea y los lobos se rehusaban a permitir eso. Después de todo ellos eran sus mayores adversarios. La comunidad vampírica también se sentía amenazada, al ser una trihíbrida Hope no solo era capaz de engendrar vampiros también podía crear híbridos con su sangre, una habilidad que su padre, el híbrido original era capaz de hacer una vez que recuperó su lado licántropo. Los híbridos eran considerados una abominación, su veneno era letal para los vampiros lo que podría conllevar a su extinción y eso era una declaración de guerra hacia ellos. Se suponía que la naturaleza siempre encontraba un equilibrio incluso para las criaturas inmortales. Las brujas eran sirvientes de la naturaleza, encargadas de usar su magia para mantener el balance y satisfacer a los espíritus, por eso no se podía ser vampiro y bruja a la vez, excepto si no tenían magia propia como los sifones, y los híbridos desequlibraban dicho balance, rompiendo el equilibrio que los espíritus han intentado mantener. Klaus Mikaelson era uno de ellos. Su madre Esther le había sido infiel a su esposo, ocultándole a Mikael que Klaus en verdad no era suyo en cambio descendía de un linaje de lobos. Cuando Esther en su miedo por no perder a otro de sus hijos lanzó un hechizo bajo el infame roble blanco, creando así la especie vampírica. Eso llevó a que su secreto saliera a la luz. Debido a la inmortalidad que le había forzado a sus hijos había liberado una plaga en esta tierra y con las ventajas también vinieron las consecuencias. Los espíritus se volvieron en su contra por crear criaturas tan malignas. Por cada fuerza vino una debilidad y la naturaleza creó un resquicio: el roble blanco, el árbol eterno y lo único que podría despojarlos de su inmortalidad, su única debilidad, lo cual aún atormentaba la existencia de los Originales. Esther se culpaba por haber creído que hacer tal cosa sería una bendición y en verdad se convirtió en una maldición, una línea maligna extendida a lo largo de los siglos, principalmente la de Niklaus,al tener una hija había roto las leyes de la naturaleza aún más, pasándole la misma maldición que se le había infligido a él sin su consentimiento a Hope, provocando que su sola existencia causara nada más que miedo y odio por los pecados que sus antepasados habían cometido. Una guerra se percibía en el aire por el control del barrio francés mientras la inminente profecía de la trihíbrida amenazaba con destruir a Nueva Orleans hasta que todo se redujera a cenizas y escombros. La verdad era que hicieran lo que hicieran un nuevo día se aproximaba y el destino de Hope pendía de un hilo.
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El Legado de Hope Mikaelson: Las Crónicas De Los Originales
FanfictionHope Mikaelson proviene de una de las familias más poderosas que alguna vez hayan pisado la tierra: los Mikaelson. Su padre Niklaus Mikaelson, el todo poderoso híbrido y su madre Hayley de la manada de los media luna. Heredó la capacidad de practica...