02

1.9K 272 68
                                    

— Me voy a bañar — había tomado Taehyung como excusa para levantarse de aquella cama que, extrañamente, parecía querer hundirlo y le sofocaba tanto como la presencia del chico a su lado, que de repente se había vuelto pesada a un nivel tan alto qu...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Me voy a bañar — había tomado Taehyung como excusa para levantarse de aquella cama que, extrañamente, parecía querer hundirlo y le sofocaba tanto como la presencia del chico a su lado, que de repente se había vuelto pesada a un nivel tan alto que quería huir, correr lo más lejos que pudiera de aquella situación que lo tenía a punto de morir asfixiado, pero que tampoco quería soltar porque aferrarse a la esperanza que ciertos momentos le daban le resultaba más atractivo que darse por vencido.

Porque cuando se trataba de Jungkook, Taehyung quería llegar hasta el final.

Jungkook le tomó la mano, queriendo detenerlo, o probablemente en su camino a sugerir que lo hicieran juntos, como siempre, pero el mayor sinceramente no se sentía tan valiente como para mirarle a la cara sea cual sea el asunto, porque la única solución que veía era alejarse por el momento, pensar las cosas mientras llora por el dolor de no ser correspondido, y probablemente volver al siguiente día sediento de la cercanía que solo podía conseguir durante unas cuantas rondas de sexo.

Debajo de la ducha, Taehyung ni siquiera quería respirar, estaba parado debajo del chorro frío mientras analizaba qué estaba haciendo y si realmente Jungkook era tan valioso para él como para querer seguir sufriendo con tal de no irse de su lado, y era de los que pensaban que si te hacía sufrir, entonces no lo valía, pero se encontró metido en una situación que le hacía desafiar cada cosa que creía y sostenía con todas sus fuerzas.

Jungkook, siempre era Jungkook quien le hacía violar sus términos y cambiar su posición.

No le escuchó llegar, pero sabía que era cuestión de tiempo para que el otro lo siguiera como de costumbre. Y que costumbre había tomado Taehyung de esperarlo incluso cuando no lo quería cerca por razones que Jungkook y su propia insolencia tenían absolutamente toda la culpa, porque Taehyung no se podía resistir ni escapar, tampoco tenerlo ni negarse.

Jungkook no sabía que lo tenía bailando en la palma de su mano, y si lo sabía era todo lo benevolente que no parecía, porque solamente por ser él, podía hacer de Taehyung lo que quisiera.

— ¿Estás molesto? — le preguntó bajito, mientras deslizaba sus manos por la cintura de el mayor, pegándosele por detrás hasta que su pecho rozó su espalda y su barbilla encontró descanso en su hombro.

A Taehyung le encantaba que Jungkook empezara las cosas así porque solo había una forma en la que podían terminar, y ambos siempre estaban deseosos de eso. Llevó sus manos al pene de Taehyung y lo acarició, suave, lento y con toda la dedicación del mundo, pero esa noche no lo tocaría más, porque Taehyung no tenía ganas, porque estaba decepcionado, porque lo quería tanto que ya simplemente no quería.

Era totalmente consciente de que siempre tambaleaba en sus decisiones porque de una u otra forma habría un factor que le haría ceder, porque no era tan fuerte como para poner barreras de esas que no se pueden derribar ni con un sismo, porque simplemente bastaba una pequeña mentira disfrazada de lo que él quería escuchar para que todas sus defensas cayeran y al final entregarse como siempre hacía.

HARD TO GET ◆ [VKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora