第三章

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Capítulo 3
(Doloroso final)

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(Se recomienda discreción)

El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos

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El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos. Y el embarazo de LiangXing transcurría sin problema alguno.

La joven era muy consentida por su esposo, hermana y cuñado, este último ahora le guardaba un gran aprecio a la joven (a final de cuentas, era la persona destinada de su hermano, y él era feliz de que el mayor fuera feliz al estar con ella). En sus ratos libres, la joven se la pasaba cuidando de las bellas flores de genciana que ella misma había plantado en el jardín de la casa que su esposo había mandado a construir para ambos.

Ese día, era una bella tarde de octubre y la joven se encontraba tejiendo una hermosa diadema de flores en su jardín, cuando de repente, sintió un agudo dolor en su espalda baja y que su fuente se rompía —¡AMOR!— gritó la joven, sin poder moverse —¡QINGHENG-JUN, VEN RÁPIDO!

A los pocos segundos y después de escuchar el llamado dolido de su esposa, a través de su vínculo, QingHeng-Jun se apresuró al lugar a toda velocidad —Mi bello lucero, ¿Estás bien?

—¡Amor, duele, el bebé, creo que nuestro amanecer ya va a nacer!— anunció la joven, con los ojos llenos de lágrimas.

Tranquila mi cielo, ahora mismo te llevo al hospital— y con esto dicho, QingHeng-Jun levantó a su esposa en brazos, para enseguida dirigirse al hospital.

Después de varias horas de ardua labor de parto, el pequeño Lan Huan, nació. El pequeño primer jade, había llegado al mundo, con el amanecer de un 08 de octubre.

La pareja y sus familias, estaban que no cabían de la felicidad, el pequeño Lan XiChen era un niño hermoso, un muñequito de jade puro, su piel era blanca y suave, su cabello negro, sus mejillas rosadas y lindas, sus ojitos color avellana brillaban al ver el hermoso rostro de su madre y esa hermosa sonrisa, era seguro que Lan Huan era el niño más hermoso que nadie jamás haya tenido la dicha de ver.

El tiempo siguió su curso y el pequeño Lan XiChen crecía sano y fuerte. El niño era la adoración de sus padres, tíos y hasta de su abuelo, quien lo consentía mucho y lo protegía de todo y de todos.

Cuando el pequeño Lan Huan tenía poco más de 6 meses, CanSe SanRen le dió la noticia a su hermana de que ahora era ella quien estaba embarazada y pronto el pequeño primer jade tendría un primito con quien jugar.

Secretos: tan cerca y tan lejos de la verdad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora