Sinopsis:
El deseo puro de dos pequeñas niñas, lleva a Lan Wangji y a Wei Wuxian a encontrarse... El destino de sus almas, está unido, se pertenecen desde antes de nacer, sin embargo, una promesa tras una tragedia, hace que el jade deba esconder su...
El siguiente capítulo incluye contenido que puede herir la sensibilidad de algunas personas, absténgase de leer si es alguien delicado.
(Se recomienda discreción)
•
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esa mañana, Lan WangJi despertó con un terrible resfriado.
—WangJi, tomate esto— pidió Lan Huan, acercándose al menor con una taza de té y algunos medicamentos para el malestar.
El segundo jade asintió, él debía ponerse bien pronto, para cuidar apropiadamente de su bebé —Mn—
Una vez Lan WangJi se tomó los medicamentos y el té, trató de levantarse.
—WangJi, no, ¿Qué haces?, Tú debes descansar—aseveró el mayor, impidiendo que el segundo jade se levantará.
—Hermano, debo cuidar y atender a mi hijo— respondió Lan WangJi, mirando al pequeño que dormía en su cuna.
—WangJi, tranquilo, tú descansa, yo me haré cargo de SiZhui por el día de hoy, así que no te preocupes por él—
—Pero hermano debe ir a trabajar— insistió el menor, tratando de levantarse de la cama una vez más.
—Hey, WangJi, tranquilo, está bien, SiZhui puede acompañarme, él no será el único bebé en la sala, así que acuéstate y descansa, ya que de lo contrario, te administrare un somnífero para que duermas—
Lan WangJi, que comenzaba a sentirse aletargado por los medicamentos, asintió cerrando los ojos.
—Bien, el tío vendrá a ver cómo sigues una vez salga de la academia… descansa, nos vemos más tarde— y con esto dicho, el mayor cubrió a su hermanito con una manta, se dirigió a la cuna de su sobrino para tomarlo en brazos y salió de la habitación.
•
Cerca del mediodía, Mo XuanYu y Wei WuXian ya se encontraban afuera de las empresas Lanling Jin.
XuanYu se sentía nervioso y abrumado, aquel edificio era enorme y las persona que entraban y salían del lugar, lucían finas y elegantes.
El chico miró su reflejo en uno de los cristales del edificio y se sintió inferior. El vestía de manera muy simple, su ropa estaba desgastada y aunque estuviera limpia, no se comparaba ni un poco con la de esas personas.
—A-Yu, ¿Qué esperas?, Entra ahí— ánimo el mayor a su hermanito —Qué su aspecto no te intimide—
Mo XuanYu se acercó un poco temeroso a la puerta, sin embargo, cuando él y Wei WuXian estaba a punto de entrar, un guardia de seguridad bloqueo su paso —¿Quienes son ustedes y que buscan?— preguntó aquel guardia, con un tono frío de voz.
