Urano era el séptimo planeta del famoso sistema solar, también conocido como el planeta más frío de todos. Su nombre provenía del gran dios mitológico de los cielos, Urano, mas muchos no comprendían la belleza de su ser y se burlaban sin pena ante sus ojos.
Urano era solo un planeta tímido cuando nació en el caos del sistema solar, cuando aún este se estaba formando aún.
Era también muy inseguro, aparte de tímido, y por ello jamás se acercó a los demás planetas. Siempre observaba tranquilamente a todos desde su lejana y helada órbita, sin hacer nada más que mirar.
Todos tenían a alguien con quién juntarse, y él estaba solo... En completa soledad y en un silencio penetrante.
Y cuando estaba por darse por vencido, lo vió a él a la lejanía. Un planeta de azul color, muy saturado, que lo hacía destacar de sobretodo lo demás. Para Urano, fue como un rayo de esperanza en su soledad, un hermoso brillo azul que podría curar sus heridas...
Se emocionó por primera vez en su vida, sentía su corazón palpitar sin parar y se había llenado de agallas para ir y hablarle.
Al intentar acercarse, aquel planeta lo notó de inmediato y le gruñó a la cara, asustando mucho a Urano que salió corriendo de allí. Pero eso no lo hizo detenerse y siguió intentando una y otra vez.
Hasta que ese planeta lo confrontó cara a cara un día, acorralando al pobre planeta celeste contra una pared de asteroides. Le gritó sin querer e hizo que Urano poco a poco comenzará a llorar.
Aquel planeta azul siguió gritándole, hasta que escucho sus sollozos y paró de inmediato, se había dado cuenta que había lastimado los sentimientos del mayor y ahora no sabía que hacer.
Paniqueado, trató de acercarse para consolarlo, pero el miedo lo invadía y retrocedía.
Ambos no eran buenos para acercarse a otras personas...
En un movimiento rápido, el mayor abrazó a Urano para consolarlo y éste dejó de llorar al instante, sintiéndose más cálido.
Y así quedaron abrazados por un buen tiempo, ya que no sabían cómo interactuar luego de tan vergonzosa situación. Y aquel planeta, terminó por alejarse y pedir disculpas.
Urano, no podía estar más tranquilo. Y tal vez algo contento de poder interactuar con alguien.
"Y, ¿cuál es tu nombre?" Mencionó tras el planeta azul haberse disculpado con él.
Unos segundos de silencio incómodo se presentaron luego de la pregunta, en cierta parte, el planeta dudaba mucho de si presentarse o no, pero al cabo de unos instantes, respondió.
"Soy... Neptuno"
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Lonely
Fanfiction"La soledad es algo que nos destruyó y nos acorraló durante gran parte de nuestra existencia, pero a tu lado he conocido lo que es verdaderamente un amigo y compañero. En todo momento, siempre estuviste a mi lado, y ahora puedo decir que soy feliz...