Urano recordaba, recordaba a su viejo amigo. Su primer amigo, Neptuno.
Nunca llegó a olvidarse de él, su hermoso color azul rey, un azul mucho más saturado que el suyo propio.Y desde que conoció las pinturas, gracias a una reunión que se llegó a hacer un día, cuando por fin conoció a la Tierra. Éste jamás dejó de pintar aquel hermoso recuerdo de su salvador.
Tratando de recordar siempre su bello rostro, aquellos ojos que lo hipnotizaban siempre, más bellos que mil galaxias.
Trazaba con un fino pincel, son suavidad, con extrema delicadeza en aquel lienzo. Los finos labios de Neptuno, tan rosas, tan cremosos y carnositos.
Recordaba cómo de aquellos labios, salían los más tontos chistes que le alegraban el alma cada día. Cómo siempre esperaba la visita de su vecino, lleno de emoción en su núcleo, antes de que la rata del Sol inventara aquella regla de no salirse de sus órbitas.
Estaba tan concentrado, que no notó cuando aquel planeta anillado se le acercó por detrás, viendo con admiración aquella obra de arte.
"¡Bravo, Urano! ¡Esa obra es magnífica!" Alzó la voz, a un lado del oído del pobre Urano, que quedó aturdido por su voz tan chillona.
"¡Saturno! ¡Maldición! ¡¿Qué no te han enseñado a avisar cuando llegas a la órbita de alguien más?! Por tu culpa esto se arruinó..." Fastidiado, comenzó a tratar de arreglar la obra, pero no alcanzó a hacer nada.
"Genial..." Mencionó susurrando, ahora tendría que comenzar de nuevo su obra.
Saturno comenzó a llorar de repente, llamando la atención de Urano, y se lle abalanzó encima pidiéndole perdón una y otra vez. Y Urano, no tuvo más remedio que perdonarle, solo esperaba que no lo hiciera de nuevo...
"Ya te dije que no estoy molesto, Saturno... Fue un accidente, te perdono..." Daba palmaditas en la espalda del más alto.
"Aún así perdóname, Urano... No debí alzar la voz a un lado tuyo, encima arruiné la hermosa obra que retratabas de Neptuno..." Baja la cabeza avergonzado.
Ambos observan la pintura, que en sí no quedó tan mal, pero la pincelada que estaba fuera de lugar no le quedaba bien, obvio. Urano se acerca a ella, y la sostiene en sus manos con nostalgia...
"Si tan solo estuviera aquí... Haría la mejor obra de arte, solo para él..." Habló con una sonrisa, imaginando como sería el planeta azul rey ahora.
"Awww... ¡¡Derrites mi corazón de tanta ternura, Urano!!" Volvió a hablar el más alto, incomodando un poco a Urano. ¿Pero que se le iba a hacer?, así era Saturno...
El planeta celeste decidió ignorarlo un poco, pues ya había comenzado con su cursilería. Y al voltear para otro lado llegó a divisar a un planeta a lo lejos, en el límite del cinturón de Kuiper, ¿jugando con un asteroide con cara?
Espera, un momento... Ese era... ¡¿Neptuno?!
"¿¡Neptuno?!" Gritó, llamando la atención de casi todo el sistema solar. Y obviamente, también la de ese planeta, que se sorprendió al escuchar su nombre resonar por todo el espacio.
Urano se tapó la boca, ahora había llamado la atención de todos.
"¿Neptuno? ¿¡Dónde?! ¿¡Dónde está, Urano?!" Gira a todas direcciones buscando señales del planeta azul rey.
Neptuno miraba de reojo a los dos planetas anillados, extrañado de que aquel planeta celeste dijera su nombre, o más bien lo gritara.
Se acercó por curiosidad hasta donde estaban, y se quedó frente a frente con ese planeta celeste. Neptuno lo miraba atentamente, como si ya lo conociera pero no recordaba. Solo sabía que ese planeta era muy hermoso...
Urano, en cambio, no se podía creer lo que estaba frente a él. Sentía que el alma se le iba de sí mismo, quería correr y abrazar a Neptuno, pero sus piernas no respondían...
Y sin poder evitarlo, comenzó a llorar...
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Lonely
Fanfiction"La soledad es algo que nos destruyó y nos acorraló durante gran parte de nuestra existencia, pero a tu lado he conocido lo que es verdaderamente un amigo y compañero. En todo momento, siempre estuviste a mi lado, y ahora puedo decir que soy feliz...