Capitulo 5

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Llegué a casa y encontré a mi padre sonriendo.

-¿Como te fue hijo?. -Pregunto y yo solo baje la cabeza.

-No quiero seguir con esto. -Dije por fin mirándolo a los ojos.

-¿Que te hizo cambiar de opinión Dilian?. -Pregunto seriamente.

-No es eso, pero no creo que sea correcto lastimar a alguien inocente. -Dije mirando al suelo.

-Hijo no me digas que te enamoraste de esa estúpida.

-No la llames así y no, no estoy enamorado solo soy consciente de lo que podemos causar si seguimos con esto. -Dije serio.

-No vamos a causar nada, solo vamos a vengar la muerte de tus abuelos y ya hijo. -Dijo sonriendo.

-No quiero discutir ahorita, mejor me voy a subir a mi habitación. -Mencione y hice lo que dije.

Estaba acostado en mi cama pensando en todo lo que hoy había pasado, no se que me pasa cada vez que estoy cerca de Lina pero sin duda debo de desaparecer ese sentimiento, se supone que es hija del asesino de mis abuelos, no tengo que sentir nada por ella, pero joder! ¿Cómo hago eso?.

En eso mi mamá entra.

–Hijo, ¿Por qué llegaste tan tarde? –Menciono mi madre entrando a mi habitación.

–Es que salí con Lina y se nos pasó el tiempo volando. –Dije sentado en mi cama.

–Que bueno hijo, esa muchachita me cae muy bien. –Dijo sonriendo y yo hice lo mismo.

–Mamá, ¿Cómo puedes evitar enamorarte de alguien? –Dije mirándola.

–No se puede evitar sentir algo por alguien hijo, y menos si estás con esa persona en todo momento. ¿Por qué lo preguntas Dilian?. –Menciono mi madre curiosamente.

–Es que me está empezando a gustar Lina pero quiero evitar que eso pase. –Dije triste.

–¿Por qué quieres evitar eso? –Dijo mirándome.

–Por que no creo que sea correcto enamorarme de la hija del ase..., dijo que lo mejor es no enamorarse mamá. –Dije tratando de no decir nada más.

–No puedes evitar hacerlo, piensa bien en lo que haces Dilian, vas a estar con ella toda tu vida así que debes de aprender a estar con su compañía. –Dijo mi madre sonriendo para luego salir de mi cuarto.

Pensé que me iba a dar un consejo pero me confundio más de lo que ya estaba. ¡Lo que me faltaba! Decidi dejar de pensar y dormirme.

Al levantarme decidí ir a desayunar con Lina, le caigo bien a su padre así que supongo que no le molestará que vaya a su casa.

–¿A donde vas Dilian? –Dije mi papá serio.

–Voy a ir a ver a mi prometida. –Dije y salí de ahí.

Subí a mi carro y manejé hasta la casa de Lina, llegué y toque el timbre, me abrió Lina aún despeinada y acabando de despertar es muy hermosa con o sin maquillaje.

–Dilian! ¿Que haces aquí? –Dijo toda sonrojada tratando de arreglarse el cabello.

–¿No puedo venir a ver a mi prometida? –Dije sonriendo y ella hizo lo mismo. –Vine a desayunar, ¿Te molesta?.

–No, por supuesto que no, pasa. –Menciono y se hizo a un lado para que yo pudiera entrar a la casa.

Entre a su casa y vi a su madre preparando la mesa para apenas desayunar.

–Dilian, ¿Que te trae por aquí?. –Dijo.

–Vine a desayunar, claro si no es mucha molestia. –Dije tímido.

El Destino De Los Dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora