°•×{Cuando el café amargo sepa dulce}ו°

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Luffy abrió los ojos en mitad de la noche. Algo le despertó. Soltó un bufido y se removió en las sábanas cansado, sin hacer mucho caso de nada. Volvió a oír otro ruido, algo mas fuerte. Entre un quejido y una arcada. Se incorporó de golpe y miró la puerta de su habitación. Por un resquicio de esta se colaba travieso un hilillo de luz. Se levantó y descalzo salió de su cuarto. La luz provenía del baño.

Se aproximó preocupado. Conforme avanzaba vio los pies de alguien, arrodillado en el inodoro. Abrió la puerta y vio a Sabo, encorvado sobre este, devolviendo -seguramente- todo los que había comido ese día. Veía como el rubio, con las mejillas empapadas por lágrimas, se encogía en una arcada y volvía a vomitar. Ya no le quedaba nada dentro.

-¡Sabo! -Luffy cogió una toalla y la metió bajo el grifo de agua fría, mientras que se agachaba y le retiraba a su hermano el pelo de la cara.

Tras unos minutos, Sabo pareció calmarse. Se separó del váter y se quedo sentado en el suelo, aceptando jadeante la toalla húmeda que le ofrecía su hermano. Respiró cansado y se limpió y humedeció la cara con la toalla.

-¿Qué ha pasado? -preguntó preocupado Luffy, sentado en el borde de la bañera.

-No lo sé... -dijo el chico, pasándose las manos por el pelo. Aún estaba algo turbado y se sentía ardiendo.- Me habrá sentado mal la cena... -dijo dándole una pequeña sonrisa a su hermano, para que dejara de mirarle con esa cara de pena.

-¿Estás bien...?

-Sí, sí... Gracias. -alentó Sabo, levantándose y actuando con naturalidad.- Puedes irte a dormir, estoy bien.

Luffy también se levantó. Pareció dudar, pero tras cavilar terminó asintiendo en silencio y marchándose a su cuarto.

Sabo se quedó en el baño, intentando tranquilizarse de su episodio. Cuando lo hubo hecho arrastró los pies hasta su habitación y se metió en la cama. Ya no tenía sueño.

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-Bien. Para el proyecto del primer trimestre vais a tener que hacer un calendario con los acontecimientos históricos más importantes que se han dado desde el año 0 o nacimiento de Cristo, hasta nuestros días. -Jimbe, el profesor de Historia, hablaba a la clase con un calendario en la mano, mientras que explicaba la tarea.- Os dejaré en la pizarra una fórmula para que calculéis las fechas, así podréis calul... La... Fe... De... Para... Y ... Imp... O...

Pero a Sabo se le cerraban los ojos. La voz lenta de su profesor no era más que un susurro hueco dentro de su cabeza que le incentivaba a dormirse.
Se sentía demasiado cansado. Puede que fuera porque no se había vuelto a dormir tras haber vomitado. No por nada, si no porque no se le cerraban los ojos.

Encima llevaba todo el día con un dolor de cabeza persistente, y unas náuseas aflorando en la boca de sus estómago.

Robin atendía en silencio a lo que decía su profesor, pero la mirada se le fue inevitablemente hacia Sabo, que, suspendido en el sitio, parecía no poder luchar con el sueño, haciendo cabezadas de vez en cuando.

-Chsss... Sabo... -Robin le tocó el hombro, haciendo que el rubio simplemente se moviera por la inercia pero nada más.

El problema era que Sabo había dejado de escuchar, y no precisamente por el sueño. En su cabeza era todo un borrón negro. Una vista nublosa.

-Sabo. Venga. -la chica lo meció, pero nada.

Más de uno se dió cuenta de aquella actitud del rubio, por lo que poco a poco la atención fue centrándose en él.

𝓤𝓷𝓪 𝓬𝓻𝓾𝓭𝓪 𝓻𝓮𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭 (Sabo X Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora