°•×{Cuando mi presencia no estorbe}ו°

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⚠️ATENCIÓN⚠️

(Considero que en este capítulo hay algunas partes subidas algo de tono, sean conscientes de que es una historia completamente inventada. Si se es sensible o demasiado empático creo que puede ser algo fuerte. Con esto solo quiero advertir. Gracias por leer.)

⚠️ATENCIÓN⚠️

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El fuego riela en una danza macabra frente a mis ojos. Brillante, rojo, intenso. Mi mandíbula, tensa; mi mente vacía; mi cuerpo, cansado. Me abrazado las rodillas con fuerza mientras observo el baile de las flamas. Son hipnotizantes. A la mayoría de las personas les tranquiliza, les hace sentir cálidos y en un hogar. A mi me ponen nervioso. Me incomodan. Es una mierda. Ahora mismo no me siento en casa, me siento en una prisión.

--Ya llegué.

Desvío la mirada un poco para ver por el rabillo del ojo como mi hermano entra a nuestro antiguo salón y toma asiento justo a mi lado, en la alfombra frente a la chimenea.

--Luffy se ha quedado frito.

Ace se acomoda en el suelo con las piernas estiradas y me dedica una amplia sonrisa. Yo le miro sin más.

--¿Sabes? Te he estado viendo últimamente. ¿Cómo te va?

--¿En general? --respondo tranquilo-- Bien, o sea, el instituto bien y eso.

--Guay. ¿Y a Luffy?

--Bueno, se debate entre suspender y aprobar literatura. --sonrío ligeramente, desviando la mirada al fuego-- Pero no te preocupes, está en buenas manos.

--Le ayuda ''____'', ¿no? --noto como Ace ladea la cabeza, manteniendo su sonrisa.

Había bajado la guardia por un momento, pero enseguida me vuelvo a poner nervioso. ¿Por qué tiene que hablar de ella? ¿La conoce?

--Sí... ¿La conoces? --le miro de reojo.

--De vista. --Ace me sonríe con malicia y pillería-- ¿Qué hay entre ella y tú? --me choca con un codo.

--¿Qué? Nada. --yo me rebullo-- Amigos.

--Uh-hum... Lo que tu digas... --Ace desvía los ojos a la chimenea, formando en sus labios un mohín travieso.

Un silencio invade el salón. Un silencio en el que ambos miramos el rielar del fuego y sus llamas. Yo suelto mis rodillas para adoptar una postura de indio, sentado con las piernas entrelazadas. Ace sigue en su postura despreocupada mientras que mueve los pies distraídamente y mantiene las palmas de las manos apoyadas en el suelo. Ninguno de los dos dice nada, hasta que oigo su voz.

--¿''____'' sabe que estas enfermo?

Eso me pilla por sorpresa.

--¿Qué?

Ace mira impasible el fuego. Puedo ver como este se proyecta en sus ojos sin vida.

--No te hagas el loco.

𝓤𝓷𝓪 𝓬𝓻𝓾𝓭𝓪 𝓻𝓮𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭 (Sabo X Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora