°•×{Cuando el fuego crepite celeste}ו°

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--¿A veces no tienes la sensación... De cómo que se te olvida algo importante? --Koala se mantenía con los brazos cruzados mientras que miraba el techo del salón.

Su padre, un tipo alto, rudo y liberal cambiaba los canales de la televisión sin mucho interés.

--Que yo sepa ahora mismo, no. --dijo algo cansado.

Koala escudriñó los ojos y tamborileó el suelo con un pié.

--Ugh... Es que... Llevo dándole vueltas toda la semana. Había algo importante. Pero se me ha olvidado.

--Entonces no sería tan importante-... Anda mira, Forjado a Fuego. Menudo programa. --aquel hombre, apodado Fisher Tiger, se acomodó en el sofá con una sonrisa en el rostro al ver su programa favorito.

--No. Era importante. Yo lo sé. --Koala se llevó las manos a la cabeza y cerró los ojos con fuerza-- ¡Ay, Señor! ¿Qué era?

Koala, rendida, suspiró y llevó la atención al programa, para luego apoyar la cabeza en el hombro de su padre.

Estaban presentando a los concursantes los artilugios que debían hacer en esa ronda. Un regalo (no un arma) para alguien especial, como una sortija. Koala miró impasible la televisión. Pasaron los minutos y le tocó a un chico joven presentar lo que iba a hacer. Una sortija matrimonial hecha con un tenedor de plata bastante bonito y detallado.

-Es para mí novia. Hoy hace
cinco años que salimos.
Le voy a pedir matrimonio
con este anillo que haga.

--Que bonito, ¿no? --dijo el hombre sin mirar a su hija, aún con una sonrisita en el rostro.

--Si... Jo... Yo quiero un novio ya. --lloriqueó la pelirroja, olvidando cualquier cosa en la que estuviera pensando.

--Eh... Bueno... --su padre la miró de reojo alzando una ceja.

Koala le devolvió la mirada, cómplice, y sonrió con tristeza.

--Es verdad, papá... Ojalá tener novio... ¡Por lo menos que alguien me pida el número! ¡Y ni eso! ¡Ningún interesado! --hizo un puchero.

--Hombre, mejor así. --sonrió triunfante su padre.

--Pues claro que no-... ESPERA. --Koala se enderezó en su sitio rápidamente. El intercambio de palabras que acaban de tener le habían recordado aquello tan importante-- ¡DIOS MÍO! ¿¡CÓMO LO HABÍA PODIDO OLVIDAR!?

--¡AH! Dios, Koala. No grites, que susto...

Koala se levantó rápidamente del sofá y salió disparada hacia su habitación. Tropezó con todos los tratos de la casa y casi se traga el suelo al entrar en su cuarto y lanzarse a la cama. Buscó su móvil, y nerviosa, lo cogió y marcó un número. Escuchó unos pitidos y enseguida alguien contestó.

-¿Diga?

--¡Sabo!

-¿Ah...? Koala, ¿qué pasa?

--¿Te ha llegado algún mensajito especial estos días?

-Define: especial.

--Un mensaje de alguien que acabaras de conocer o que no conocías.

-¿No...? No, que yo sepa. ¿Qué pasa?

𝓤𝓷𝓪 𝓬𝓻𝓾𝓭𝓪 𝓻𝓮𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭 (Sabo X Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora