°•×{Cuando la tormenta traiga tranquilidad}ו°

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«Why have you forsaken me?
In your eyes forsaken me.
In your heart forsaken me.
Trust in my...
Self-righteous suicide...
I... Cry... When angels deserve to die
In my... Self-righteous suicide...
I... Cry... When angels deserve to die.»

Era estridente y exageradamente ruidoso el ruido de la batería. La canción había terminado pero la batería seguía sonando en un triste y errático solo de fin de canción.
No hacía falta que el instrumento estuviese conectado a ningún amplificador, la fuerza con la que "____" manejaba el atosigo de tambores era abrumadora.

Incluso los demás miembros de la banda se giraron en su sitio ante el desconcierto. ¿Por qué se prolongaba tanto aque estridente solo? Y no es que fuera parte de alguna canción o algo, no. Era completamente improvisado, y ante el normal efusivo sonido que solía hacer este instrumento, este ritmo se oía desgarrador.

A Law se le erizaron todos los vellos del cuerpo cuando "____" dio un último golpe en uno de los platillos, que vibró en el aire y se perdió en el silencio que se había generado.

"____" se miraba los pies mientras que veía sus manos sostenían con tensión las baquetas de la batería. Respiraba agotada. Se pasó la manga de la camisa por la frente para limpiar el sudor naciente, y no fue consciente de lo acaba de hacer hasta que escuchó unos efusivos aplausos provenientes de Sachi y Peguin.

--¡Me cago en Dios! ¡Joder! --Sachi dejó la guitarra encima del amplificador y se apresuró a ir tras la batería. Cuando llegó giro a la chica en el asiento y la zarandeó por los hombros-- ¿¡Qué barbaridad ha sido esa, "____"!? --le preguntó emocionado.

Penguin seguía aplaudiendo y Bepo no pudo evitar no unirse. Law, mientras tanto se quitaba su peculiar gorra y se pasaba una mano por el pelo. Aquello lo había dejado frío. A pesar del improvisado solo, había pegado a la perfección con la canción.

--¿Y esa rabia contenida? --le preguntó Law, también acercándose.

Cuando "____" se pudo apartar del pelirrojo que la zarandeaba se sonrojó de la tremenda vergüenza que sentía en ese momento. Se había dejado llevar. ¿Por qué? Quizá por el cúmulo de emociones que llevaba reprimiendo desde hacía dos días.

Después del ensayo llegaría a su casa y con ello, Sabo. Era raro. Tenía ganas de que llegara el momento, pero al mismo tiempo no quería despegarse ni del instrumento ni de aquel garaje. Quería quedarse encerrada allí para siempre.

--Me deje llevar... --respondió ella, ajustándose la coleta despeinada.

--No, si ya. --dijo Law, tomando asiento en una silla que había junto la batería.

--Ha sido increíble de verdad. --Peguin y Bepo también se acercaron-- Es una lastima que no estuviéramos grabando.

--Eso mismo. Chica, avisa a la próxima, ¿te parece? --le dijo Sachi picándole la frente.

--¡Ay! ¡Perdón! --"____" empujó ligeramente a Sachi para que no me tocara más-- ¡Ya lo he dicho, me deje llevar!

"____" se levantó de su asiento y se acercó a una mesita con una botellas de agua. Mientras bebía escuchaba de fondo los comentarios de sus compañeros. Los ignoró por completo para sacar el móvil y ver la hora.

Una hora. Una maldita hora le quedaba para llegar a su casa y acondicionarla para su visita.

--¡Mierda! --dijo apresurada mientras guardaba el móvil y se lanzaba a por su mochila.

𝓤𝓷𝓪 𝓬𝓻𝓾𝓭𝓪 𝓻𝓮𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭 (Sabo X Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora