Bella tiene una relación en la que no se siente del todo plena, aún así se mantiene ahí por costumbre, inseguridades, o tal vez porque solo no quiere estar sola.
Un viaje en pareja y una inesperada catástrofe llegan y cambian todo, y en el intento d...
Me desperté de mala gana hoy, tenía el período, me dolía todo el cuerpo y no quería ir a la maldita universidad, pero debía hacerlo y culminar mi tercer año de universidad si quería heredar la fortuna de mis padres.
Estaba estudiando economía y finanzas, era la mejor de la clase aunque era bastante agotador, en realidad lo que hubiera querido estudiar era biología marina, solo que a mis padres no les agradó la idea, ellos querían que yo fuera la que heredara el negocio, así que la biología no era una opción.
Me di una ducha rápida, me coloqué una camisa blanca, de manga larga, la cual remangue hasta mis codos, una falda de carmelita de cuero, de tiro alto, que marcaba muy bien mi pequeña cintura y pronunciadas caderas, unas sandalias doradas, sin tacón, que ajustaban a mis tobillos, como accesorios usé unos pequeños pendientes y una bolsa negra, dejé mi cabello suelto y decidí no usar maquillaje, solo protector solar, un poco de rubor y labial.
Bajé a desayunar, vivía sola en mi apartamento en Londres, aunque mi casa siempre estaba llena de la servidumbre que se encargaba de cuidarme.
— buenos días Bella — dijo la señora Marta quien era la sirvienta más vieja de la casa, ella se había encargado de mi desde que tengo memoria, así que yo la veía como a una segunda madre —hola Marta buenos días— le dije y me senté en la mesa a esperar que me sirvieran el desayuno.
Me trajeron unos huevos revueltos con tomate y unas tostadas francesas, un delicioso café filtrado con mucha crema y azúcar, el olor del café recién echo me encantaba, al contrario de muchos ingleses que prefieren el té, yo elegía mil veces el café, era mi mejor amigo en esas noches de insomnio debido a los deberes de la universidad.
Culminé mi desayuno y me dirigí al ascensor para bajar hasta el estacionamiento e ir a recoger a Tae a su departamento.
Tae era mi mejor amigo, llevamos alrededor de unos 18 años de amistad, nos conocimos cuando teníamos 5 años porque nuestros padre son socios y pasaban mucho tiempo las dos familias juntas, así que nos criamos como hermanos, él siempre ha estado ahí para mi y yo para él, a pesar de no siempre estar de acuerdo nos apoyábamos.
Me detuve frente al apartamento de Tae, él ya me esperaba afuera, nos dirigimos a la universidad rápido porque íbamos tarde.
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Luego de dar mi primera clase le envié un mensaje a Javi, en toda la mañana no lo había visto, no respondía mis mensajes, así que solo caminé por el campus a ver si lo encontraba y ahí estaba, recostado en el verde pasto con su cabello rubio que brillaba más que el mismísimo sol, con una camiseta blanca y pantalones verdes estilo militar, unas botas de cuero negras y un libro en la mano, el cual leía con mucha atención, podía sentir como todas las chicas de ahí babeaban por él, quien no lo haría el es hermoso, pero a la vez es un idiota que un día te ama y al otro no .
