Capítulo 5

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Me desperté por el sonido ensordecedor de los trenes, abrí mis ojos poco a poco, acostumbrándome a la claridad que había en esa habitación, intenté levantarme, pero un fuerte dolor se apoderó de mi, haciendo que cayera nuevamente en la pequeña cama en la que me encontraba acostada.

Dejando caer todo mi peso en ese pequeño colchón, me detuve a mirar y analizar el lugar donde estaba, parecía un almacén, o al menos tenía pinta de eso, habían muchas cajas, y dos grandes contenedores, tenía grandes ventanas de cristal, por donde entraba el resplandeciente sol, lo cual indicaba que era más menos medio día, pues el sol era muy fuerte, las paredes de ladrillo, estaban cubiertas de mohos, y se sentía ese fuerte pitido, ese que hacen los trenes cuando están frenando.

Intenté nuevamente pararme, o al menos sentarme, pero el dolor en mi brazo era demasiado, tenía en mi brazo izquierdo una venda, la cual estaba manchada de sangre, y en el antebrazo tenía un vía conectada a una bolsa de suero que contenía un blanquecino líquido, el cuál pasaba a través de la delgada manguerita transparente, entrando así a mi cuerpo, para llenarme de un ardor insoportable.

Saqué fuerzas de donde no las tenía y me incorporé, tratando de no desprenderme aguja que tenía puesta, dándome cuenta así de mi vestimenta; unos pantalones deportivos  de hombre en color blanco, y un pulover de hombre también, negro con unas letras delante, pero si me preguntan ni idea de que decía ahí, unas medias blancas de lana y mi cabello recojido en una trenza.

Mirando mi brazo con detenimiento comencé a tener pequeños flashbacks de lo que había sucedido.

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Recuerdo el sonido de un disparo, el ardor en mi brazo, el líquido rojizo goteando por mi brazo, recorriendo mis dedos, hasta caer al suelo, el agonizante dolor, y el frío, ese frío que sentí cuando mi cuerpo calló desplomado al duro suelo, luego de eso todo se quedó oscuro.

Es irónico, porque aunque siempre reía, cuando las personas decían que al estar al borde de la muerte ves tu vida pasar por delante, yo no lo creía, pero en ese momento en el que creí que mi vida podía acabar, solo vinieron imágenes a mi mente, recordando momentos al lado de mis padres, de Tae, en la universidad y pensé; ¿ porqué fue que dejé de ser tan feliz ?.

Pudiera decir que fue su culpa, por dejarme sola tantas veces, por no enseñarme como debían amarme, por no estar ahí cuando me rompieron el corazón, por no consolarme las noches qué él me hizo daño, pero eso sería injusto, porque mi padre no era un mal padre, no era el más cariñoso, pero no tengo malos recuerdos sobre él o mi madre, aunque estubo para mi en esos momentos, me daba amor a su manera, no puedo juzgarlo, porque yo tampoco era muy abierta o expresiva con ellos, aún así de no ser por todo lo que hace en su trabajo, y el esfuerzo que le pone, no tuviera todo lo que tengo hoy.

Mi madre es una santa, igual tiene sus defectos, pero es la mejor, ella me apoya en mis decisiones y me complace en todo. Es una mujer sumamente inteligente y fuerte. Heredé esas cualidades de ella, yo soy el mayor orgullo de mis padres.

Tae siempre ha estado para mi, día y noche, el me aconsejó sobre tantas cosas, citas, fiestas, la universidad, sobre como debía ser mi primera vez y que esperar de un hombre, siempre me recalcó que no debía estar con un hombre que no pusiera mi felicidad por encima de todo lo demás, aunque no le hice caso, Tae me brindó su hombro para llorar, por las acciones de mi ex ahora muerte y varias veces quiso pegarle a Javi, pero siempre lo detuve.

No tengo más familia, mis abuelos son fallecidos, no tengo tíos o primos, solo somos, mamá, papá y yo.... ah y nuestros millones, los cuales usamos para intentar llenar con lujos el vacío que tenemos en nuestros corazones, todos extrañamos a mis abuelos, los mejores abuelos del mundo, los cuales se fueron mucho antes de que aprendiéramos a abrir nuestras alas y volar sin ellos para recogernos en el camino, también estaba Marta, ella siempre me cuidó y ahora hacía el papel de abuela, regañona, buena cocinera, me consiente, tiene los mejores consejos, las mejores ideas. ¿cómo no podría ser feliz, con la familia que tengo?, un poco complicada, si, pero una buena familia .

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