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Entes, parásitos del cuerpo energético

A la hora de adentrarnos al término de "entes",, podemos percibir una diversidad de conceptos que giran en torno a este, yendo desde el ámbito físico a lo no-físico; suele utilizarse en sentidos más extensos. No obstante, en este apartado lo utilizaremos para aludir a presencias que parasitan a los seres humanos.

Dicho así, "ente" se refiere a los seres no-físicos, presencias que se adhieren a las personas y actúan tal cual un parásito o sanguijuela espiritual, convirtiéndose en la raíz de varios problemas emocionales, mentales y físicos, yendo desde los desórdenes alimenticios y emociones incontrolables hasta enfermedades severas. 

Cabe destacar que el método más usado para estudiarlos suele ser el ISIS, donde se estudian los comportamientos condicionados y las causas de estos. 

Por lo tanto, los datos revelados a los espectadores, son proporcionados por especialistas de la materia, quienes utilizan la técnica para adentrarse más en la raíz de los bloqueos emocionales del cliente. 

Ahora bien, este método se exime de tener relación con la hipnosis, sugestión, visualización creativa, y derivados. La persona bajo el método está consciente durante toda la sesión.

Por ende, al preguntarnos ¿Cómo se ve un ente? Quienes son estudiados por el método ISIS tienden a describirlos con diferentes formas, pero generalmente se los asocia a simples sombras de formas humanas y/o desvarían en apariencias grotescas y monstruosas.

Según pueden crear antojos o deseos compulsivos hacia cierto tipo de alimentos, como aquellos que producen pesadez (pasteles, pan blanco, frituras, comidas grasosas, queso y comida chatarra en general), e incluso en otro tipo de alimentos o sustancias, como el café, tabaco, alcohol y algunos tipos de drogas.

Esto deriva a que ellos se sienten atraídos por las emociones intensas que provocan estos productos en la persona afectada, ya que se fortalecen ante el disfrute sensual, o emociones fuertes, como enojo, frustración, inclusive dolor emocional, melancolía, tristeza, etcétera. Es la intensidad la cual los alimenta, y esto se ve reflejado ante el hecho de que están particularmente atraídos, hasta, por el sexo. Aunque muchos otros repelen esto y a todo lo que se relacione con el amor o lo afectuoso. El factor común que los une, y que se presenta generalmente en ellos, es que se ven atraídos por el sexo y no por el amor. 

Siempre se enfocan en una cosa en específico, tienen una demanda particular, como si buscaran satisfacer algo rigurosamente.

Eso sí, para lograr esto, necesitan esparcir la confusión interna, de la cual obtienen estos beneficios. Y se manifiesta de dos formas distintas. 

La primera consta en que tienden a fomentar cualquier cosa que vaya en contra de la claridad mental de la persona, cualquier cosa que favorezca la confusión. Por eso, reaccionan de forma errática a situaciones que no se afilien a su objetivo; ya sea la meditación o circunstancias similares a estar en quietud o calma. 

En segunda, hacen que el cliente crea que él mismo quiere lo que ellos quieren.

Evidentemente, afectan a la toma de decisiones en la vida cotidiana porque provocan procrastinación para jugar con la culpa y duda; les encanta, debido a que genera emociones negativas o intensas. 

Es común que tomen estas medidas porque, como mencionamos antes, no les gusta ser vistos y esto hace que pasen desapercibidos.

Por otro lado, hay casos de personas que dicen escuchar a estos entes dentro de su cabeza, como si fuera una consciencia aparte de la suya. Y, quiero aclarar, que no se aplica a todos los casos con entes, sólo a un pequeño porcentaje, ya que no es tan común como la mayoría piensa.