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Lucas volvió a tomar aquella "distancia rara".

¿Naiara lo abrazaba? Él la daba un par de palmadas en la espalda y la separaba. ¿Qué estaba con Paul hablando en la terraza y ella irrumpia con un café para tomárselo con ellos? Lucas ponía una excusa y se iba.
Hasta se había cambiado de sitio.
Ahora estaba en el sitio de Paul, ya no frente a ella.

En esa ocasión, él estaba ensayando una de sus canciones en la sala del piano. Naiara entró y se sentó para mirarle.

En el momento en que paró de cantar, recogió sus cosas.

-¿Qué haces?
-Dejarte la sala.
-¿Y por qué no nos turnamos? Como siempre hacemos.
-Quiero practicar mucho, aún tengo mucho que trabajar. En fin, hasta la comida.
-No, quedate. Estabas tú primero.

Naiara se levantó y se alejó hacia los baños.
Tenía muchas ganas de llorar.

Se encerró en un cubículo y apagó el micrófono.

Las lágrimas cayeron libremente.

-Soy tan estúpida. -Sollozó. -Tengo 26 años, ¿por qué estoy llorando? No quiere ensayar conmigo, es lo que hay.

Entonces alguien llamó a la puerta.
-Naiara, cariño. ¿Estás bien?
-¿Puedo quedarme aquí con el micro apagado? Solo por un rato, Noe. Lo necesito. -Trató de hablar sin que la voz se le rompiera pero no pudo evitarlo.
-Claro, cielo. ¿Pero estás bien?
-Sisi, se me pasa en seguida.
-Vale. Avísame si necesitas algo.

Los pasos se alejaron.

Naiara inspiró hondo.

***

-¿Y Nai? -Preguntó Lucas nada más sentarse en la mesa.
-No sé. Quizá siga ensayando.
-Iré a buscarla. -Paul se levantó.
-No, voy yo.
Lucas se dirigió a la sala de ensayo.
Observó los boxes, nada.

Entonces le llegó la melodía del inicio de "Corazón hambriento".
Venía de la sala de Abril.

Corrió hacia allí.

Desde la puerta pudo divisar a Naiara tumbada sobre la moqueta.
Estaba llorando a mares.

-Joder. -Murmuró Lucas sintiéndose como una mierda de persona, lo que era.

Contó hasta tres y entró.

-Naiara. -Naiara se incorporó rápidamente y apagó la música. -Hey.
-Hey...
Se secó las lágrimas.

-¿Estás bien?
-Sí, sí. Solo estoy sensible.
-Ya veo. ¿Querés hablar? Podemos...
-No, gracias. Estoy bien.
-Nai...
-Estoy bien, solo necesitaba este momento a solas.
-Si vos lo dices...

Se quedaron en un silencio incómodo.
Naiara no dejaba de morderse el labio con la mirada clavada en el suelo.

A Lucas le hubiera gustado que dirigiera sus preciosos ojos hacia él.

-Vamos a comer y no me vengás con que no tenés hambre. Paul ha guardado una ración para vos.
-Ahora voy.
-Delante de mí.

Naiara suspiró y cogió su móvil.

-Solo voy porque Paul ha tenido el detalle conmigo de guardarme comida, que lo sepas.

***

-Estas destrozada.
-Solo, el pase de micros no me ha salido como esperaba.
-Nai, has estado increíble. ¿Qué te pasa?
-En serio, Pablo.
-En serio, Naiara.

Naiara rodó los ojos.

-Para ya, loco.
-Para tú. Quiero saberlo.
-Lo sabes perfectamente, por eso me estás presionando.
-Cuéntamelo. Soy tu amigo, tienes que contar conmigo.
-Está bien...

Se acercó a él con el labio entre los dientes. Paul la envolvió en un abrazo.

-Es por Lucas... Ya no quiere que seamos amigos.
-¿Te lo ha dicho él?
-No pero...
-Entonces no es verdad.
-No quiere pasar tiempo conmigo, creo que eso significa algo. No soy idiota.
-Lucas te adora.
-Lo hacía. Ya no.

Los ojos de Naiara comenzaron a humedecerse.

-Hey... Nai, Lucas te quiere muchísimo.
-Lleva 2 días evitandome, esta mañana no quiso ensayar conmigo y hoy, en el pase de micros...
-¿Qué?
-Ni me ha mirado y se ha sentado lejísimos.
-Eso no significa nada.
-¡Claro que sí! Lucas siempre me da su apoyo con una mirada o un abrazo. Hoy, nada.
-¿Y por qué no hablas con él? Quizá ha sido algo involuntario. Quizá le pase algo.
-Sí, conmigo.

Paul rodó los ojos.
-Habla con él, Naiara.
-Estoy harta, ¿sabes? Duele, pero quizá sea lo mejor. Me han hecho tanto daño que ya no puedo más.
-¿Mario?

Naiara asintió.

-Siempre elijo fatal, ¿sabes?
-Naiara, Lucas es diferente.
-Lucas tiene novia y es hora de que vaya aceptando que lo nuestro no puede ser.

Paul asintió con una sonrisa triste.

-¿Podemos dormir juntos?
-Claro, vamos.
-Gracias.

Caminaron de la mano hasta la cama. Naiara se tendió primero y Paul abrió los brazos para que se acurrucara.

-No voy a hacerte elegir, Paul. -Le susurró. -Lucas y tú sois muy amigos, sé lo mucho que te ha costado integrarte.
-Te quiero, eres la mejor.
Dejó un beso en su coronilla.

Pronto, se quedaron dormidos.

***

-¿Por qué pasas de Nai? ¿Tú sabes lo mal que lo está pasando?
-No puedo seguir estando cerca de ella...
-Habla con ella.
-Hemos platicado demasiado y nunca logramos solucionar nada.
-Joder, Lucas. Este grupo no puede dividirse.
-Paul, lo lamento.
-No seas egoísta, ¿vale? Tú nunca lo eres, no empieces a serlo ahora.

Salió y entonces, Naiara entró.

-Ah... Perdón, ya me voy.
-Nono, espera.

La sujetó del brazo y la hizo entrar, cerrando la puerta tras ella.

-Tenemos que platicar sobre algo.
-¿Ahora quieres?
-Naiara... Ayer te pregunté y no quisiste.
-No estaba como para hablar.
-Bueno, platiquemos ahora entonces.
-Tengo que ducharme.
-Te quitaré 5 minutos, loqui.
-Empieza entonces.
Lucas se sentó en el suelo obligándola a sentarse con él.

-Estoy evitándote por el simple hecho de que...
-¿Casi me besas el otro día? Algo me he imaginado.
-Te quiero, Naiara. Ya te lo he dicho antes pero te lo vuelvo a decir.
-Ya, yo también te quiero. ¿Y?
-Que que no pueda ser me está matando.
-A mí también pero más me está matando tu comportamiento.
-Es que yo no sé como hacerlo, wacha. Estar contigo pero no del modo en que quiero.
-Lucas. -Se volvió hacia él. Tenía lágrimas en los ojos. -No puedo más con ello. Dime si vamos a poder con ello, porque si no... no volveré a acercarme a tí nunca más. No puedo con tus rechazos.
-Yo...
-Está bien. -Se levantó. -Vete. Voy a ducharme.

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